Obstaculos De La Evangelizacion
Los primeros misioneros cristianos, resulta peligrosamente fácil subestimar la magnitud de sus logros. A quienes no hayan vivido nunca en una sociedad pagana ganada para la fe cristiana, les cuesta mucho imaginar cuan monumentales son los obstáculos que la religión, el vicio, las costumbres y el dejar pasar abierto pueden plantear al cristianismo. Además, damos casi por sentado que para los primeros discípulos, fue mucho más fácil evangelizar al prójimo en aquellos días tan poco rebuscados. En cambio, para nosotros, en nuestra compleja sociedad moderna, la tarea parece ser mucho más difícil.
Resulta totalmente estéril especular sobre las dificultades comparativas de la predicación del …ver más…
Mientras que la tierra santa de dios languideciera bajo la dominación de un yugo extranjero, el propio dios seria afrentado diariamente.
Su muerte en la cruz lo había marcado como un charlatán fracasado, por lo menos en lo que tenis que ver son sus pretensiones mesiánicas. Lejos de vencer, había sufrido la derrota. ¿ por que seguir a semejante hombre?, para colmo de males la adoración a un mesías crucificado era específicamente blasfemia. El antiguo testamento dejaba establecido perfectamente que cualquiera que hubiese colgado bajo un madero permanecía bajo la maldición divina Deuteronomio 21.22.
¿Cómo era posible que el elegido de dios hubiese llegado al lugar de la maldición? Sabemos que esto constituía un problema casi insoluble para un judío, tanto en hechos como en las cartas de pablo y Pedro, se hace referencia a ello una y otra ves, y con buena razón. Ese era el problema que todo cristiano tenia que resolver si deseaba hacer conversos entre los judíos.
Las cosas no habrían sido tan mal si los cristianos se hubieran contentado con afirmar que Jesús era el mesías. Pero ellos iban mucho más lejos. Las mas antiguas confesiones bautismales que podemos identificar es la breve afirmación que expresa (Jesucristo es el señor) filipenses 2.11.
Es preciso recordar que (señor) era el nombre especial dado a dios en el antigua testamento, que la septuaginta traduce como Adonaí. No podía haber equivocación en este asunto. Jesús mismo, y