Nuestra señora de la noche
…Novelas de aventuras heroicas que me hacen abominar de todas las rutinas burocráticas a las que nos condena el mundo. O novelas sentimentales en las que los personajes jamás condescienden a la mezquindad. (…) Gracias a aquellos libros soy muchos hombres, muchas mujeres…
Los núcleos que organizan las acciones primordiales de una novela y que, en efecto, conforman el argumento, son denominados cronotopos. A través de ellos, es posible determinar las relaciones entre las demarcaciones temporales y las espaciales de una obra literaria, por lo que, debido a su importancia, dicho concepto bajtiniano será tomado como punto de partida.
Debido a que los cronotopos pueden …ver más…
Borja demuestra un continuo interés por complacer a los clientes del bar, por lo que constantemente se permite decir únicamente lo que considera que ellos quieren escuchar. Así, la tarea de extraer la verdad se vuelve difícil.
Más adelante, Borja comienza a relatar la historia de cómo conoció a Alexis. Allí comenta que éste era un cura obrero y que, tras conocerse en una librería, se encuentran en la casa de Alexis. Pero Borja se sorprende al notar que el cura, más allá de que él consideraba que era hombre, en realidad es una mujer. Sin embargo, pese a la condición homosexual que el lector deduce, Borja se casa con ella y, con el correr de la historia, también se le atribuye un amorío con Ágata. Por lo tanto, la sexualidad del personaje no está de todo acabada; el lector debe recurrir a la deducción para completar aquellos datos que faltan y aún así será posible que la conjetura sea incorrecta.
Finalmente, es importante destacar la metamorfosis que lo transforma en una persona del día. Desde la página 44 hasta la página 47, se exponen los argumentos de Borja a favor de la noche. Allí resalta sus múltiples beneficios, entre los cuales manifiesta:
El día te ofrece certidumbres. La noche, posibilidades. El día se razona. En la noche se imagina. El día pide que tengas buen juicio. La noche se burla de tu buen juicio y celebra tu locura. (…) Y si en la noche preguntas qué es real y qué es ilusorio, la respuesta será siempre que