Prostituta.

-oh dulce niño que te vi crecer, que no solo tu me conoces si no todos saben quien soy, saben de mi pero en especial tu que recorriste y besaste mi cuerpo, que me hiciste tuya una y otra vez. A veces venias de noche y me desnudabas a escondidas, no te importaba lo que era, los tantos hombres que por mi cuerpo pasaron, a los que le pertenecí, mi virginidad… no recuerdo ni cuando la perdí, mi hermosura, mi delicadeza y juventud que alguna vez pensé que sería eterna pero me equivoque, el tiempo, mi edad y los incontables hombres que he besado y me he acostado se han llevado todo lo hermoso en mi.
A ti no te importa mi edad, no te importa que no tenga mis atributos en su lugar, soy una prostituta! Y tú me amas así; Porque me …ver más…

No sé qué ten sucedió por que en esos días me tratabas así, me golpeabas, me maltratabas sin razón y expresabas todo tu odio y lo tatuabas en mí, y te decía
-Para! Basta, me duele!!-
Y no me dirigiste la palabra y saliste por esa puerta, le ore al Señor para que no volvieras, pero la mala suerte y la desdicha de esa noche continuaba mi puerta volvió a sonar, trate de levantarme pero era imposible ,el dolor recorría casa parte de mi cuerpo y recuerdo como hoy que dije
-Quien llama!! Hoy no trabajao, venga después otro dia mejor.-
Y cai al suelo llorando de agonia , tocando mi cara y deslizando mis dedos por todos mi moretones y esa persona que estaba en mi puerta no se había ido y sus palabras que hoy en dia me duelen mas que golpes cuando dijo
-Ramera abre tu puerta que llego quien te gobierna, maldita puta inservible, y ano vales nada erres como una vaca que matare y venderé su carne-
Solo Dios sabia lo que sentía , entro a mi habitación interrumpió mi agonía, me tomo por el cuello y me levanto contra al pared ya no podía ni respirar todo a mi alrededor se nublaba, me estaba muriendo lo podía sentir, iba a morir en aquella habitación por la que tantos hombres pasaron en aquella mugrosa habitación, y te vi como si fueses un ángel al final de la puerta aunque me hayas maltratado sentí un alivio