Mexico por asalto
a Julián Robles
Te lo advertí, a cada puerco le llega su San Martín. Yo sabía que tarde o temprano, cuando ya no pudieras soportar los remordimientos, ibas a venir de rodillas a pedirme perdón. Has comprendido que Tía Nela sólo buscaba lo mejor para ti. Santo y bueno, yo sé perdonar las ofensas. Pero me temo, hijito, que mi absolución ya no puede servirte de mucho. Cada quien tiene la corona que se labra. Mira nomás lo que has hecho con tu vida, con tu pobrecito cuerpo. Ya ni siquiera me das asco, ahora te tengo lástima, ¿y sabes por qué? Porque estás sepultado en un abismo de oscuridad y no haces nada por buscar la luz. ¿Desde hace cuánto no te confiesas? ¿Desde cuándo no vas a misa? Mira, Efrén, te voy a …ver más…
En la iglesia todo había salido a pedir de boca: estabas monísimo con el hábito de monaguillo, tomaste la hostia con devoción y al salir del templo caminabas con paso marcial, como un ferviente soldadito de Cristo. En la merienda con galletas y ponche ofrecida a los invitados te comportaste con tal seriedad que hasta pensé: Dios ha obrado el milagro de enderezarlo. Pero qué va: Dios no cumple antojos ni endereza jorobados. Saliste con los niños a jugar en el patio y las señoras nos quedamos platicando en la sala. De pronto cesó la gritería, mi amiga Licha fue a ver qué pasaba allá afuera y ¡oh sorpresa!: te habías maquillado con mis cosméticos y estabas pintándole los labios a tus amigos. No me pegues, gritaste cuando te cogí del pelo, estábamos jugando al salón de belleza. Ojalá hubiera muerto de la bilis en ese momento. Me hubiera evitado la pena de verte convertido en un adefesio repudiado por toda la gente de bien.
Cuando llegaste a la adolescencia ya no hubo manera de sujetarte la rienda. Junto con la niñez perdiste el decoro, al punto de que ya no te quisieron aceptar en el Colegio Militar, donde la ingenua de mí creía que podían corregirte. Los vagos de la calle imitaban tus andares, los dependientes de la panadería te gritaban leperadas, tu nombre estaba escrito en todas las basadas de la colonia, acompañado de albures y epítetos denigrantes:^Efrén quiere que le den^, ^Efrén cacha granizo^, ^Efrén se la