Metafora de la bella y la bestia
Hace muchísimo tiempo había una joven buena y hermosa, a quien las gentes del lugar la llamaban: la Bella. Llamarla así no era sino una expresión de admiración por la perfección física y espiritual de la muchacha.
El padre de la joven, un acaudalado comerciante, cayó, de la noche a la mañana, en la miseria más triste. Así que padre e hija, habituados a la comodidad que acarrean las riquezas, vieron con desengaño, cómo sus amigos de los buenos tiempos ahora se iban alejando.
Pero padre e hija, como buenos cristianos, aceptaron con ejemplar resignación los designios de su Dios. Oraban: “Dios nos dio riquezas y él nos la ha quitado. Él sabrá por qué nos la ha arrebatado”.
Un día en que el padre hacía un viaje, …ver más…
El interlocutor contestó encolerizado:
- ¡Yo soy la Bestia! Pero ya que tienes una hija, si ella quiere morir en tu lugar, alégrate; pues a fe de Bestia, estarás sano y salvo.
Bella, la hermosa hija del atribulado comerciante, advertida por un hada buena, acudió al palacio y, a pesar de las súplicas de su padre, insistió quedarse en él.
Pero, la Bestia, lejos de hacerla pedazos a la joven dama, lo miró con bondad. De modo que todo el palacio lo dispuso para ella. Solo la eventual presencia del monstruo turbaba su sosiego. Así, la primera vez que la Bestia entró a sus habitaciones, creyó morir de terror. Más, con el tiempo, fue acostumbrándose a su desagradable compañía.
La Bestia, por su parte, no desperdiciaba oportunidad alguna para solicitarla como esposa; pero ella, aterrorizada y llena de nauseas, le volvía las espaldas y no contestaba nada. Sin embargo, como fueron tan insistentes los requerimientos del monstruo que, considerando sus bondades, terminó aceptando la propuesta.
Apenas dio la Bella su aceptación, la Bestia transformó el castillo en una hermosa mansión para su princesa, el le confiesa que en realidad el era un apuesto príncipe, diciéndole:
-¡Bella, mi hermosa Bella! Yo era un príncipe que condenaron a vivir bajo la apariencia de un monstruo, hasta que una joven hermosa consintiese en ser mi esposa, no importarle mi fealdad. Ahora que esto ha sucedido, no puedo entender por que no eh de transformarme en ese principe para ti.