Política exterior de méxico de 1950 a 2000
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PERSONAJES
EL DIVINO NARCISO LA NATURALEZA HUMANA LA GRACIA LA GENTILIDAD LA SINAGOGA ENÓS UN ÁNGEL ECO, LA NATURALEZA ANGÉLICA RÉPROBA LA SOBERBIA EL AMOR PROPIO NINFAS PASTORES ABRAHAM DOS COROS DE MÚSICA
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Pues si en tu Narciso, tú tanta perfección supones, que dices que es su hermosura imán de los corazones, y que no sólo la siguen las ninfas y los pastores, sino las aves y fieras, los collados y los montes, los arroyos y las fuentes, las plantas, hierbas y flores, ¿con cuánta mayor razón estas sumas perfecciones se verifican de Dios, a cuya beldad los orbes, para servirle de espejos, indignos se reconocen; y a quien todas las criaturas (aunque no hubiera razones de tan grandes beneficios, de tan extraños favores) por su hermosura, no más, debieran adoraciones; y a quien la Naturaleza 8
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(que soy yo), con atenciones, como a mi centro apetezco y sigo como a mi norte? Y así, pues madre de entrambas soy, intento con colores alegóricos, que ideas representables componen, (A la Sinagoga.) tomar de la una el sentido, (A la Gentilidad.) tomar de la otra las voces, y en metafóricas frases, tomando sus locuciones y en figura de Narciso, solicitar los amores de Dios, a ver si dibujan estos obscuros borrones la claridad de sus luces; pues muchas veces conformes divinas y humanas letras, dan a entender que Dios pone aun en las plumas gentiles unos visos en que asomen los altos misterios suyos; y así quiero que, concordes, (A la Sinagoga.) tú des el cuerpo a la idea, (A la Gentilidad.) y tú el vestido le cortes. ¿Qué decís? Que