Mentalidad Desertica
Una persona desdichada, infeliz y que se dice así misma que siente lastima por su condición de vida, lleva consigo una mentalidad desértica, incluso ese patrón de pensamiento que le dice que ¡pobre de mi! es un pensamiento pervertido, puesto que la compasión es para brindársela a los demás y no a nosotros mismos escondiéndonos para consolarse en medio del sufrimiento, en dado caso el que se compadece de nosotros es el Señor mismo quien ya sabe lo que hay en nuestro corazón. Incluso hay casos en las mujeres que en medio del sufrimiento suelen llorar frente al espejo; colocar cara de tragedia una y otra vez siendo autocompasiva. Esto es idolatría propia, lo cual debe ser desechada, porque tiene grandes repercusiones y es generadora de una gran fortaleza (muro que estanca) en la vida de cualquier persona sea creyente o no. Para nadie es un secreto que los creyentes pasamos por momentos de penuria, dolores, quizás algo de tortura, etc. Sin embargo la palabra de Dios nos dice en libro de la Epístola de Santiago Cap. 1: 2-4 lo siguiente: "hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna". Podemos concluir que este Modelo desértico en definitiva puede mantener atascado tanto a un creyente y en un sentido más amplio