Leyendas Y Costumbres Del Municipio Alberto Adriani
Leyendas y costumbres del municipio Alberto Adriani Eudes J. Blanco P.*
Cuando se busca definir una identidad cultural del municipio Alberto Adriani (estado Mérida – Venezuela), encontramos con una amalgama de hechos culturales que son el producto de la heterogeneidad de sus pobladores provenientes de diversas latitudes del país y del mundo, que es la consecuencia inmediata de la formación de una ciudad como El Vigía, ubicada en una zona de confluencia, como lo es la principal encrucijada del occidente de Venezuela, más específicamente en la subregión conocida como Sur del Lago de Maracaibo.
Pero la existencia de esa heterogeneidad cultural, no significa que no existan leyendas, tradiciones y costumbres, por …ver más…
Debía llevar el referido arriero, una carga de 400 sacos debidamente tapados e ir por el camino nacional que conducía al Zulia para descargar en el muelle de la calle la Marina de Santa Bárbara en donde el sábado de Gloria tocaba el barco Alianza.
Ana Rosa, su esposa, de pronto se horrorizó que un jueves santo José Trinidad ensillara su mula para viajar y dijo que de ninguna manera permitiría que montara su cabalgadura porque los días santos eran sagrados y viajar en ellos podía traerles malas consecuencias, a lo que él contestó que eso era pura creencia y supersticiones muy comunes en los habitantes de las montañas, que se tenía que luchar contra tales creencias; la pobre mujer lloró, rogó nuevamente y por último se puso de rodillas y se abrazó a las piernas de Quintero diciendo que no lo dejaría partir, dijo que los días santos eran para reflexionar. Pero ante la negativa del hombre de oírla y su empeño de continuar, desistió ya que las órdenes son órdenes, se acatan y se cumplen.
Quintero le dijo a su mujer que se fuera a sus quehaceres domésticos que él no podía dejar el barco sin esa carga. Cuando Ana Rosa se dio cuenta que José Trinidad se había marchado a revisar el arreo de mulas cargados para el viaje, hizo señales de cruces al aire dedicándoselas a Dios, pues ella que era una exagerada