La linea recta
La historia empieza en un pequeño pueblo donde la gente encierra su odio negándose a esuchar razones y tratar de hablar con cualquier persona enviada por el gobierno.Su lemas es: antes la muerte que transigir. Ellos no serán capaces de dar ayuda a las autoridades, a las tropas ni a los moderados, sintiéndose convencidos de estar acatando los deseos de Dios, así ellos tratan sin misericordia a aquellas personas.Los soldados míseros, inexpertos e ignorantes, tienen la difícil tarea de perseguir a los fanáticos cuyo odio se hace presente a cada instante. En cuanto llegan a cualquier población, las puertas se les cierran, nadie les da o vende alimentos ni les proporciona agua; asimismo, ninguno les dirige la palabra y los