La Politicidad Humana
1.- “El hombre, animal político”.
Destacábamos, en un párrafo inicial, la dimensión social del hombre: “el hombre es sociable por naturaleza” los individuos nunca vivieron solos, sino que siempre convivieron. No hay estados presociales
Hora bien, ¿puede sostenerse con igual certeza la naturaleza política del hombre? En otros términos ¿puede vivir en sociedad sin organización política? ¿Existe una etapa prepolítica?
Estas interrogantes, a pesar de ser contemporáneas a los filósofos de la antigüedad, no tienen en nuestros días una respuesta definitiva, y los planteamientos que en uno y Otro sentido se formulan no están exentos de carga ideológica.
Aristóteles es el primer expositor de la politicidad natural …ver más…
No todos los contractualistas conciben el “estado de naturaleza” en los mismos términos. Para Hobbes, por ejemplo, el estado de naturaleza, previo a la constitución de la sociedad política, sería un estado de lucha general, de “guerra de todos contra todos”. Locke, en cambio, no tiene una visión tan pesimista del estado prepolítico. El “sentido común, inherente a todo hombre, contribuye a que éste supere los conflictos de intereses que se originan en la vida social. Finalmente, la visión de Rousseau es francamente optimista: “El hombre es bueno por condición natural y solamente las circunstancias histórico-sociales inadecuadas a la exigencia de su naturaleza le han viciado”.
La diferente concepción que tienen los contractualistas del “estado naturaleza” explica consecuencialmente el carácter que atribuyen al poder político emergido del “pacto social”, Hobbes –el pesimista- postula por un gobierno autocrático; su doctrina sostiene con energía máxima el principio de la monarquía absoluta. Su pensamiento se sintetiza en la máxima: “Gobierno absoluto o caos”.
Locke –el ecléctico- sostiene que en el “pacto” hay una reserva de de derecho para los particulares, de tal modo que solamente se delega en el poder en el poder político aquella parte de libertad que es indispensable ceder para salvaguardar el resto. La monarquía