Juicios en la filosofia
Con el término juicio se designa el acto central del conocimiento humano. El estudio del juicio corresponde por una parte a la Lógica, más propiamente a la llamada Lógica formal, y por otra, a la Metafísica y concretamente, dentro de ésta, a la Teoría del conocimiento o Gnoseología. Cabe también un estudio del juicio. Dentro de la Psicología, pero más bien en cuanto a la capacidad de formular juicios como propiedad del entendimiento humano. El estudio lógico del juicio considera a éste como forma de pensamiento, atendiendo a su estructura esencial y a sus propiedades necesarias. El juicio, desde este punto de vista, se distingue del simple concepto y del raciocinio. El concepto representa sólo un conocimiento …ver más…
500 a.C.» es verdadera o falsa, aunque nosotros no podamos comprobar la verdad o falsedad de la misma. Hay que hacer notar, sin embargo, que esta tesis no está reñida con la teoría escolástica común, puesto que la misma proposición contiene formalmente una afirmación o negación. Los escolásticos siempre han distinguido muy bien entre el orden psicológico y el lógico. El j. puede formarse directamente sobre una situación o sobre unos conceptos o puede ser fruto de un raciocinio. Todo nuestro saber se articula sobre j., aunque no consta sólo de ellos. Así el estudio metafísico del j. considera a esta forma humana del conocimiento en el contexto general de la Teoría del conocimiento o Gnoseología. Dicho estudio o consideración parte del j. que enuncia la esencia de un individuo concreto. Nuestro conocimiento se detiene primero en el aspecto patente de la cosa, pero, en cuanto conocimiento intelectual, alcanza hasta el núcleo más íntimo de la cosa que se nos presenta, es decir, hasta el ser. En el j. llega la mente a un estado de mayor perfección . en cuanto adecuación a la realidad integrando los diversos aspectos que ha distinguido en la abstracción (v.). Estructura psicológica y lógica del juicio. Ya que el j. sigue a una simple aprehensión, va precedido también de un acto imaginativo, de una «imagen», a la que los escolásticos llaman «fantasma» (V. IMAGINACIÓN), puesto que todo acto de