Jugador del mes
Los jardines de la Edad Media fueron jardines de dimensiones modestas que se podían encontrar dentro de los monasterios o castillos. Su acceso al público en general era difícil pues estaban encerrados por grandes muros. Eran jardines que respondían a una doble finalidad: disfrute estético y utilidad práctica.
En estos jardines se producían tanto las flores que admiraban los monjes o los nobles como se cultivaban las hortalizas, verduras y frutas destinadas al consumo. Igualmente era habitual una sección de plantas medicinales, donde se recogían las medicinas naturales de la botica medieval. La producción de remedios naturales quedaba incluida poco a poco dentro de los muros del monasterio medieval a