José Mariano Jiménez: El Criollo Entregado A La Insurgencia
Por América Hernández Palacios
José Mariano Jiménez nació en San Luis Potosí el 18 de agosto de 1781, fue insurgente cercano a Hidalgo y Allende, para quienes llegó a reunir miles de hombres que lucharon en la Independencia de México.
SU VIDA. Don Mariano Jiménez procedía de una acomodada familla de mineros establecida desde muchos años atrás en la ciudad de San Luis Potosí. En 1796 llega a la capital del país e ingresa al Colegio de Minería.
Como en todos sus exámenes había tenido notas muy favorables, en 1802 Jiménez fue declarado apto para salir a práctica y sus superiores consultaron la conveniencia de mandarlo a Zacatecas o Guanajuato; pero el Tribunal de Minería …ver más…
Desde ahí envió al virrey, Francisco Javier Venegas, el pliego que portaba y regresó con la respuesta verbal y perentoria: que ningún trato podía haber con los rebeldes y que debería retirarse inmediatamente si no quería que le hiciesen fuego.
Fue testigo de las disensiones entre Allende e Hidalgo, que determinaron la retirada del 2 de noviembre. Después de la derrota de Aculco, tomó el partido de Allende y lo siguió hasta Guanajuato, junto con Abasolo, Aldama, Balleza y Arias.
En la marcha a Zacatecas y Guadalajara, en la hacienda del molino, Allende lo comisionó para extender la revolución en las provincias internas de oriente donde la idea había atraído numerosos partidarios, y de donde enviaban quejas los revolucionarios de San Luis. Hidalgo ratificó el encargo designándolo comandante.
El ejército insurgente llegó a contar con 7 mil hombres y 28 cañones. A pesar de ser en su mayoría indios y poco eficaces, con estos elementos se presentó batalla a Cordero, que tenia 2 mil hombres y verdaderos soldados. A los primeros tiros, el ejército realista pasó al insurgente, y Cordero tuvo que huir, pero a poco fue hecho prisionero por sus mismos soldados.
En marzo de 1811 formó parte de la comitiva insurgente que viajaba al norte y el día 20 fue sorprendido al igual que los otros jefes en Acatita de Baján, Coahuila; por las fuerzas de Tomás Flores e Ignacio Elizondo.
Jiménez no encontró gracia