Infidelidad
La infidelidad es mas común de lo que suponemos o queremos aceptar; ahora es bastante fácil encontrarse con momentos y personas que lo facilitan, por ejemplo con los compañeros de trabajo, los vecinos, los conocidos de la escuela de los hijos, la gente que se conoce por Internet, etc.
Así que la infidelidad esta a la orden del día y presente en cualquier lugar de nuestra vida, lo cual hace aparecer que el tema del amor incondicional esta cambiando y cada vez son menos las personas que viven bajo este principio.
Es importante analizar esto, ya que, desde la adolescencia vamos formando el concepto ideal de pareja, que al no lograrse nos sume en profundos conflictos, tanto por la decepción, como por la ausencia del amor …ver más…
Pero cuando los hombres no tenían acceso carnal con sus esposas tiranizaban su cuerpo y terminaban enfermos, su incontrolable naturaleza masculina los volvía irresponsables, justificando así su adulterio. El artesano Juan Casino insistió en que la culpable de sus adulterios era su esposa Justa Bustamante por haberse negado a cumplir con e débito conyugal:
Después de haber sido abandonado por mi mujer y con la capa al hombre y agitado de las pasiones comunes a todos los hombres, enfermos sin recursos y viendo que falta lo necesario en mi casa no hago mas que no tiranizarme y buscar el modo con que satisfacer mis instintos y por eso me encuentro en compromiso de cumplir con la naturaleza, amor paternal y gratitud a quien supo corresponder con generosidad mis padecimientos, pues viendo que mi mujer me abandono me abandone también.
Tanto las leyes como la sociedad aceptaban que los hombres tuvieran amantes siempre y cuando no faltasen a su casa. Se consideraba el adulterio masculino una de las tantas fragilidades que cometían la generalidad de los hombres, que por su condición natural y estado social, vivían en medio del mundo y por desgracia no se entregaban a la observancia y práctica de las virtudes cristianas. Aunque las esposas que habían iniciado el pleito, como Teresa Villamil en 1830 y Alejandra Espinosa en 1861, hablaban de los adulterios comprobados de sus maridos, no los utilizaban como principales