Historia de mccormick
El derecho a la propiedad privada
El derecho de propiedad El derecho de propiedad, es decir el tema de quien es o debe ser dueño de las cosas, es un problema central en la vida de la sociedad. Desde hace mucho tiempo la iglesia viene sosteniendo sobre este tema varios principios fundamentales:
*Los bienes de la creación están destinados al uso de todos los hombres y de todos los pueblos;
* Es legítimo el derecho de propiedad privada, incluso de los bienes productivos;
* Sin embargo, ese derecho no es absoluto, porque la propiedad tiene una función social;
* Junto a la propiedad privada, es legítima la existencia de una propiedad pública, si resulta necesaria. El destino universal de los bienes Es el papel …ver más…
Todos tenemos derecho, fundamental e inamovible, de usar de estos bienes en la medida en que los necesitamos para alcanzar nuestra realización como persona. Este es un derecho básico e inviolable, y ninguna forma de propiedad es legítima si impide su cumplimiento.
Propiedad privada de los medios de producción Esta verdadera “hipoteca social”, es precisamente sobre la propiedad de los llamados “medios de producción” que esta se debe con más vigor. Es que dada su condición de dadores de empleos y productores de bienes y riquezas, pueden afectar especialmente al bien común de la sociedad de la que forman parte. Es decir en todas las cosas se trata de bienes de producción o no, la propiedad, lejos de ser un poder absoluto “es más que nada un poder de gestión y administración”, que si bien no incluye el dominio, no lo hace absoluta ni limitado.
Propiedad privada y propiedad publica Existen distintos bines en ellos los del estado que son: el mar territorial, las plazas, los edificios, playas, camiones, etc.
Otro tipo de bienes, especialmente los llamados “medios de producción”: fábricas, ferrocarriles, líneas aéreas, empresas de telecomunicaciones, yacimientos minerales, campos, etc. ¿pueden ser del estado? ¿Conviene eso? hay dos posiciones:
* Todos estos bienes deben ser del estado. Niega terminantemente la posibilidad de que el estado sea propietario de estos bienes. La doctrina social