LAS HACIENDAS POTOSINAS.

Unos de los testigos de la historia y de la tradición de San Luis Potosí son los "cascos", o conjuntos de fincas, de lo que fueron las Haciendas, que se encuentran en todo el territorio potosino, pero de manera especial en el Altiplano; a decir de don Octaviano Cabrera Ipiña, un estudioso del tema, el número de cascos de haciendas potosinas sobrepasa los doscientos en todo el Estado.
Algunos de estos -Bocas, Pelotillos, Bledos-, son conservados por sus dueños en magníficas condiciones. Desgraciadamente muchos otros, -San Francisco, San Antonio de Rul, El Corte- se encuentran abandonadas y semidestruidas. Todos ellos, sin embargo, muestran aún su imponente arquitectura y son reflejo del pasado económico, …ver más…

Quedan las casas de los carmelitas, la huerta, la fábrica de mezcal y las trojes.
Pozo del Carmen es otra de las haciendas potosinas que impresiona por su grandeza. Era igualmente propiedad de los carmelitas, legado del rico terrateniente Nicolás Fernando Torres. A la orilla del casco corre un manantial, gracias al cual éste lugar árido del altiplano tiene un toque de verdor. Destacan el elegante edificio de la Casa Grande y la iglesia barroca, que aloja en su interior un hermoso retablo dorado. Aquí y en muchas otras partes del Altiplano se pueden admirar velas y altares de cera escamada que se elaboran especialmente para los días festivos.
Prácticamente al borde de la carretera a Zacatecas, a 35 km de San Luis Potosí, se encuentra otra de las grandes haciendas potosinas: San Francisco Javier de la Parada. Fue este uno de los puntos donde los viajeros a Zacatecas hacían un alto para abrevar sus monturas a la orilla de un arroyo, pronto se le conoció como la "parada". El origen de esta hacienda es una merced de tierra para estancia de ganado mayor concedido al capitán Gabriel Ortiz de Fuenmayor. En 1623 la adquirieron los Jesuitas y construyeron una casa, cuyos restos aún se conservan .En lo que eran los terrenos de la hacienda se encuentra la Presa de Santa Genoveva, una de las más grandes del Estado. A pesar de haber sido una hacienda ganadera, la producción agrícola era importante, como lo atestiguan las grandes trojes que aún subsisten. Queda