Grutas y cuevas subterráneas
Y ahí estaba ella, esperándolo sentada como todos los miércoles por la mañana; la misma hora… el mismo lugar:
-¿Cómo estás Richard? – Le dijo ella
-Esperando este momento desde hace una semana, ¿y tú Laura?
- Igual, o peor. Ya no soportaba no poder verte, y vos sabes como están las cosas en casa, ya no sé cómo hacer para poder seguir escapándome de mi familia.
-Oh, ¡amor! Ya no sé cómo vamos hacer, tu mamá me detesta y en cualquier momento te deja encerrado para que no me veas más. Me da tanta impotencia y bronca a la vez saber que mi papá la haya lastimado a ella cuando eran jóvenes. Jamás haría eso contigo, y ese es su gran miedo.
- Se que nunca lo harías, por eso mismo es que yo estoy acá. Eh estado pensando esto hace