GUION DE LA DIVINA COMEDIA INFIERNO
NARRADOR: Lucia muy angustiada partió rápido en busca de Beatriz a la cual dijo
LUCIA: Beatriz de Dios pura Alabanza, no dejes al que te ama de manera que del vulgo por ti se lanza. ¿No escuchas la angustia lastimera de Dante? Cual hombre el que más pronto y vivo trate de hacer su suerte, o de impedir su daño, tal su acento apenas en mi oído bate. Cuando a ti vengo desde mi alto escaño confiada en tu lenguaje rico y honesto
NARRADOR: De inmediato Beatriz baja en busca de Virgilio y dice:
BEATRIZ: Piadosa ánima mundana, mi amigo se encuentra en el inhóspito desierto, tentado de volver sobre sus pasos. Temo que se extravié. Por favor márchate y sálvalo; yo soy Beatriz y procedo de un lugar al cual deseo volver. …ver más…
NARRADOR: Por fin Dante Y Virgilio entraron en el cuarto círculo
DANTE: ¡Ay, justicia de Dios! ¡Cuantos dolores y angustias me tocan ver! ¡Y pensar que nuestra maldad da motivos para ello!
(Alma golpeándose la cabeza)
VIRGILIO: Esa fiereza marca a los que pecaron por la ira
NARRADOR: Dante y Virgilio caminan cerca a un pantano donde se acerca un alma y dice
ALMA 3: ¿Quién eres tú? Llegas antes de tu hora
DANTE: Y tu ¿Quién eres?
ALMA 3: Como ves, soy uno que pena
DANTE: Pues con tu pena te reconozco
(El alma trata de acercarse y Virgilio dice)
VIRGILIO: Ve con tus hermanos los perros
NARRADOR: Dante y Virgilio se encontraban ya en el segundo recinto del séptimo círculo, donde se oían voces quejumbrosas (voces quejumbrosas) y a Dante se le ocurrió extender la mano y agarrar la rama de un árbol; a su sorpresa el tronco le grito
ARBOL: ¿Por qué me desgarras? ¿Careces de piedad?, hombres fuimos y si hoy nos ves convertidos en arboles, tu corazón debería sentir mayor misericordia
VIRGILIO: Dile quien fuiste y mi compañero te compensara recordando tu nombre al mundo que le es dado volver
ARBOL: Yo soy aquel que poseyó las llaves del corazón de Federico. Más de nada sirvieron mis fieles oficios cuando la envidia movió la lengua de los cortesanos, predisponiendo a nuestro dueño contra mí. Pero juro por las raíces de este árbol que nunca falte a mi señor. Les ruego que si algunos de ustedes