¿Es el derecho una profesión inmoral? un entremés para los cultores de la ética y de la deontología jurídica
1534 palabras
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¿ES EL DERECHO UNA PROFESIÓN INMORAL? UN ENTREMÉS PARA LOS CULTORES DE LA ÉTICA Y DE LA DEONTOLOGÍA JURÍDICAMinor E. Salas
RICARDO LUIS ARZUZA MENDOZA
DERECHO V TURBO UDEA
El profesor Salas inicia sus reflexiones sobre la pregunta que se plantea como tema central de su ensayo ¿Es el Derecho una profesión «esencialmente» inmoral? recordándonos a algunos pensadores como:” Eduardo COUTURE citando a su décimo mandamiento, lo siguiente: «Trata de considerar la abogacía de tal manera que el día en que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle que se haga abogado». Por su parte, Piero CALAMANDREI atestiguaba, en su ya célebre Elogio, que: «Los jueces son como los que pertenecen a una orden …ver más…
En donde encontramos conductas profesionales que van desde el delito puro y simple hasta los pequeños descuidos éticos. Las primeras sin mucha explicación es cuando el abogado se convierte en un delincuente, antisocial con una actitud personal y profesional que va en contra de todos los preceptos éticos comúnmente aceptados, otra lectura merecen las conductas tácita o inconscientemente inmorales, pero no antijurídicas que se pueden presentar por ignorancia o por creer que se estaba actuando con decoro o porque no tenía otra alternativa profesional en ese momento para el cumplimiento de su deber. Estos supuestos sobre todo el último son muy difíciles de corregir ya que en muchos casos implicaría una renuncia a las «reglas del juego» que hay que seguir en esas circunstancias específicas. Minor, expone a manera de ejemplos múltiples situaciones en el quehacer jurídico, concluyendo que estos vicios son funcionales. Sin ellos, la maquinaria jurídica, tal y como se ejerce en la realidad de los tribunales de justicia, se tornaría imposible o en todo caso difícil e inoperante.
El artículo nos plantea que existen además conductas inmorales por falta de controles y que estos se previenen con los mecanismos administrativos para sancionar al togado –en nuestro caso ley 1123/2007- pero que de igual manera, faltando a la moral y la ética buscamos evadirla. Afirma el autor que