Ensayo historia de la arquitectura antigua
En la mayoría de los países, no hay nada más ofensivo para una madre que un grupo de desconocidos escupiendo a su pequeño. Pues bien, en el país mediterráneo es un cumplido. Escupir tres veces a un recién nacido es alejarle de la mala suerte y los malos espíritus. De hecho, el sacerdote lo pone en práctica en el bautismo de la iglesia ortodoxa griega.
Dulce ducha en Irán
En algunas zonas rurales del país, se estila una fiesta de lo más curiosa: cuando un bebé cumple sus diez días de vida le ponen en la cuna con monedas y caramelos con envoltorios de esos que provocan mucho estruendo con sólo tocarlos. ¿El propósito de este ritual? Acostumbrar al bebé al tono de las peleas de sus padres.