Ensanche de barcelona, plan cerdá
El absolulo relativo del ser humano. Todas las grandes religiones, especialmente el cristianismo, ponen en el centro de sus preocupaciones al hombre. De una manera u otra, la religión responde a las grandes cuestiones fundamentales del ser humano: las preguntas sobre el amor y el sufrimiento, sobre la culpa y el perdón, sobre la …ver más…
Brecht), a no centrarse en los propios intereses, cumple una función fundamental para la actitud moral básica, el talante, que requiere la vida democrática responsable.
El sentido comunitatio. D. Bell ha señalado la necesidad de compartir y sacrificarse como una de las condiciones de la vida colectiva común. La vitalidad democrática exige esta capacidad que fue denominada por lbn Khaldun "asabíyah", sentimiento de grupo y disposición al sacrificio de unos por otros. Normalmente va ligada a un "telos" o propósito moral que suministra la justificación moral de la sociedad.
Actualmente es extraño e inaceptable, salvo en la peligrosa conjunción nacionalismo-religión, que la religión funcione como donador de un propósito moral para una sociedad (democrática). Pero sí que puede motivar a los ciudadanos para la solidaridad y la capacidad de sacrificio por los otros. De hecho, la precariedad de la solidaridad en el momento presente, como en su dimensión temporal -el respeto a las necesidades de las generaciones futuras- está solicitando un lazo de vinculación y de sensibilidad moral que tradicionalmente cumplió la religión y que hoy puede seguir motivando la religión. Incluso en situaciones postconvencionales del derecho y la moral, Habermas reconoce que una moral universalista " se orienta según los modos de vida que le salen al encuentro. Precisa de una cierta coincidencia con las prácticas de socialización y educación". La