* Enrique Serna, El seductor de la patria.1ª Edición. Décima novena reimpresión. México, D.F.; Editorial Joaquín Mortiz.2006.520 pp.

Introducción

Enrique Serna es un escritor mexicano contemporáneo, nació en 1959, estudio lenguas Hispánicas en la UNAM, es ensayista, novelista, biógrafo y argumentista. Algunas de sus obras son: Uno soñaba que era Rey (1989), Señorita México (1991), El miedo a los animales (1995), El seductor de la patria (1999) y ángeles del abismo (2003). Sus obras se han traducido a diferentes idiomas: francés, ingles, italiano y portugués. Fue ganador del premio Mazatlán de literatura en el año 2000. El seductor de la patria es una novela histórica referente a al biografía de un Mexicano inolvidable conocido …ver más…

También nos narra la dolorosa Batalla del Álamo y la gran pérdida del territorio mexicano, sus constantes estancias en la Presidencia y viajes a Manga de Clavo, su hacienda en Veracruz cuando no tenía control político de la situación.

Nos habla posterior a su gran derrota, de su exilio, su aberración por recuperar el orgullo perdido, por sentirse otra vez querido por el pueblo que alguna vez lo amo.

El general murió de viejo y de manera miserable, siendo catalogado por su amado pueblo mexicano como “el que vendió el territorio mexicano”.

Y el mismo al inicio de la obra comenta: “Daría la poca vida que me queda por limpiar mi nombre y recibir el postrer homenaje de mis compatriotas” al igual que diversos comentarios alusivos a los grandes de la historia mexicana:

“Perdóname Agustín (Agustín de Iturbide): sólo llegue a comprender tu grandeza al padecer tu calvario. Que la historia nos juzgue como lo que fuimos: navíos extraviados en el proceloso mar de la ingratitud”.

Y algunas muestras de su cinismo cómo, "Yo jamás traicioné mis convicciones por la simple y sencilla razón de que no las tuve"... y algunas otras que hacen referencia a lo que vivimos actualmente, “¿Vender yo la mitad de México? ¡Por Dios! Cuándo aprenderán los mexicanitos que si este barco se hundió no fue sólo por los errores del timonel, sino por la desidia y la torpeza de los remeros. O algunas otras, “Estoy