Ensayo psicoanalisis de hitler
Ciertamente hablamos de uno de los hombres más criticados de la historia de la humanidad. Causante de una de las guerras más devastadora existentes y en donde murieron millones de inocentes por una sola causa que era la de lograr una raza superior eliminando a los elementos que ensuciaban a la sangre alemana, (a los judíos).
Hombre que en su niñez sufrió grandes decepciones y fuertes frustraciones y también golpizas por parte de su padre de quien heredo su carácter iracundo y de poca paciencia. Supo amar de forma muy fiel pero solo a muy pocas personas, entre las cuales se encontraba su madre, su único amor que fue una media sobrina llamada Geli Raudal, su única hermana llamada Paula y su …ver más…
En términos de la psicología de masas, la investigación del efecto que producía Hitler debe partir del supuesto de que un führer,(como se hace llamar) o cualquier paladín de una idea, puede ser exitoso sólo si su punto de vista personal, su ideología o su programa son semejantes a la estructura promedio de una amplia categoría de individuos.
El poeta von Hofmannsthal nos recuerda que “la política es magia, quien sepa extraer fuerzas de lo profundo, será seguido”. Entender a Hitler y sus efectos históricos exige dar su justa importancia a los factores emocionales en la política, a las pasiones que en determinadas circunstancias se despliegan en el horizonte de los pueblos, y son a la vez encarnadas y canalizadas por un individuo. “El éxito de Hitler —escribe Safranski— es un ejemplo extremo de cómo la historia está dirigida en gran medida por la locura”. Hitler fue un tentador, escuchado y seguido por millones, y también un “seductor”, en el sentido que da al término Kierkegaard en su diario de un seductor, en este marco el seductor es un rufián, moralmente hablando, pero capaz de arrastrar a los demás a un abismo.
El nazismo, además de ideología y movimiento político radical, fue una especie de culto, y Hitler tuvo la terrible y atinada intuición de que a un vasto sector del pueblo alemán de la época podía tratársele “como si fuese una tribu”, de allí, nos dice J. M. Domenach, “el fulgurante éxito de sus sortilegios, de su mitología y de sus emblemas, instintivamente