Don quijote de la mancha
El Mito del Eterno Retorno de Mircea Eliade
Una lectura personal por Miguel Calvo
El hombre moderno se afana por hacerse de un lugar en la historia, por dejar un legado, por poner su granito de arena antes que su menesteroso tiempo se acabe. Su vida es siempre agónica. La realización de sus sueños es únicamente jurisdicción del futuro. El hombre sagrado, por el contrario, no espera que el tiempo desarrolle aquello que no estuvo aquí desde siempre. El mundo fue, es y será esencialmente el mismo, y sólo cobra sentido en la medida que nos vuelve a llevar a ese centro sagrado, fundacional, una y otra vez, en eterno retorno.
La obra de Mircea Eliade Haciéndonos eco de las primeras palabras …ver más…
Pero afuera, siempre al acecho, el caos circundante tanto horizontal, como verticalmente (el mundo subterráneo), amenaza con abolirlo. Tal vez el poeta lo exprese más bellamente: Menos tu vientre todo es confuso, http://www.revistaseda.com.ar Potenciado por Joomla! Generado: 22 February, 2012, 01:24
.: Seda - Revista de Estudios Asiáticos :.
menos tu vientre todo es futuro, fugaz, pasado, baldío y turbio. Menos tu vientre todo es oculto, menos tu vientre todo inseguro, todo postrero, polvo sin mundo. Menos tu vientre todo es oscuro, menos tu vientre claro y profundo.[v] El hombre tradicional sólo puede habitar el mundo sagrado, pues sólo encuentra sentido a su vida a partir de ese centro. Este espacio ordenado a ese centro, perfecto, es el resultado de un acto fundacional de Dios, aquel en virtud del cual lo caótico se transforma en cosmos. El hombre cumplirá un papel en esta creación, la de su manutención, la de su recreación. Recrear ese centro es volverle a dar realidad, a darle ser. El hombre de las sociedades tradicionales se siente más real en tanto imita de manera más perfecta el accionar divino. Las cosas cobran realidad en tanto fueron constituidas de acuerdo a los cánones sagrados. El canon, la norma, el modo arquetípico, fue dado por los dioses a los hombres en el illo tempore. La repetición perfecta posee la validez de aquella primera vez. Pero todo acto sagrado se realiza además durante un tiempo sagrado. El tiempo sagrado es siempre el