Dialogo De El Jardin De Los Cerezos
Habitación llamada en tiempos "cuarto de los niños". Una de sus puertas abre sobre la alcoba de Ania. El sol está próximo a salir. Es ya mayo, En el jardín florecen los cerezos, pero hace frío. Las ventanas se mantienen aún cerradas.
Escena 1
Entran Duniascha y Lopajin, el uno con un libro y la otra con una vela en la mano.
Lopajin: ¡Gracias a Dios que ha llegado el tren! ¿Qué hora es?
Duniascha: Van a dar las dos
Lopajin: ¿Cuánto retraso ha traído, entonces?... Por lo menos dos horas.
Duniascha: ¡Creía que se había usted marchado!
Lopajin: (escuchando a su vez) No...Habrá que sacar el equipaje y hacer otra porción de cosas...(Pausa) ¡Cinco años ha pasado Liubuv Andreevna en el extranjero!.
Lopajin: …ver más…
Yo todavía no he podido reaccionar.
Ania: Adiós, tío.
Liubov Andreevna: ¿Será posible que sea yo quien esté aquí sentada? (Riendo) Tengo ganas de saltar, de mover los brazos...
Lopajin: Ahora, a las cuatro, tengo que salir para Jarkov... ¡Qué fastidio! ¡Deseaba tanto verla..., hablar con usted!...
Pischik: (Con la respiración fatigosa) ¡Y todavía más guapa!... Vestida a la moda parisiense...
Liubov Andreevna: No puedo estarme sentada. (Se levanta de un salto y da vueltas por la escena, presa de fuete excitación) ¡No!... ¡No podré sobrevivir a esta alegría!
Gaev: Mientras estabas fuera, se murió el ama.
Liubov Andreevna: Lo sé. En paz descanse... Me lo escribieron.
Gaev: También se murió Anastasii
Pischik: Mi hija Dascheñka le envía recuerdos.
Lopajin: Como usted sabe ya, su jardín de los cerezos ha sido puesto en venta para saldar -con el dinero que se obtenga de él -las de udas, habiendo sido fijada la subasta para el veintidós de agosto si empieza usted a anunciarlo desde ahora mismo, yo le garantizo que, de aquí al otoño, no le quedará ni un pedacito de terreno libre. Se lo llevarán todo.
Liubov Andreevna: en toda la región hay algo interesante y hasta sobresaliente..., es solo nuestro jardín de los cerezos.
Lopajin: Lo único sobresaliente de este jardín es su gran tamaño
Gaev: Cállate
ESCENA 6
Entran Varia e Iascha
Varia: Hay aquí dos telegramas para usted, mamaita
Liubov