El niño que lo quería todo

Narrador: Había una vez un niño que se llamaba Jorge quien tenía la edad de siete años, su madre se llamaba María y su papá Juan.
Se acercaba el día de los Reyes Magos, ese día en que todos los niños que se portan bien y cumplen con sus obligaciones se hacen merecedores de regalos…
Jorge había escrito una carta dirigida a los Reyes magos pero pidió más de veinte cosas.
Su madre le dijo:
Madre: Jorge hijo, tu comprendes que… mira te voy a decir que los Reyes Magos tienen camellos, no camiones, segundo, no caben en tu habitación y tercero mira hay otros niños que también quieren un juguete… tu piensa en los otros niños y no te enfades porque tienes que pedir menos…
Narrador: El niño se enfado y se fue …ver más…

Angel 2: Es cierto, tu amabilidad y sinceridad son buenas.
Narrador: Pasaron unos minutos y los ángeles les dijeron:
Ángel 1: Te recompensaré.
Ángel 2: -Miren en el maletero y verán.
Narrador: - Mientras los ángeles se iban, se prendió el carro como por arte de magia, y dijeron:
Juan: ¡Muchas gracias! ¿Pero qué pasa con el coche?
María: -¡Pero mira, ya funciona! ¡Se ha prendido solo!
Juan: -¡Muchas gracias!
Narrador: la familia muy contenta y muy agradecida, pero sobre todo Jorge.
Llegando a casa y se pusieron a adornar el árbol de navidad y a colocar el nacimiento con mucha alegría.
Así pasaron los días y Jorge mejoró su comportamiento, siendo más amable con las personas de su alrededor.
Por fin llegó el día tan esperado, el día de los Reyes Magos.
Por la noche cuando todos dormirán llegaron los tan esperados Reyes magos, silenciosamente se acercaron al árbol navideño de la familia de Jorge y comentaron:
Melchor: -Voy a dejar estos regalos en este lugar
Gaspar: -Yo pondré estos regalos aquí
Baltasar: - Creo que los que yo traje estarán mucho mejor por este lado.
Narrador: después de dejar los regalos cuidadosamente, los Reyes Magos se marcharon. Cuando Jorge se levantó y fue a ver los regalos que le habían traído, se llevo una gran sorpresa pues le habían traído los veinticinco juguetes que había pedido en su lista inicial.
Jorge: ¡Si, viva, miren los