Creacion De La Conciencia De Rene Descartes
LA CREACIÓN DE LA CONCIENCIA: RENÉ DESCARTES (1596-1650)
Para poder analizar adecuadamente la figura de Descartes (1596- 1650) debemos tener presente ante todo que desde el párrafo anterior hemos dado un salto de dos mil años. La época en que Descartes vivió, escribió y, sobre todo, pensó era muy distinta de la de los grandes filósofos clásicos, aunque no menos estimulante intelectualmente. La invención de la imprenta había dado a la cultura una difusión inconcebible en la época clásica, dominada aún por la tradición oral. Pero además, en esos años se estaba gestando uno de los alumbramientos más importantes de nuestra cultura: estaba naciendo la ciencia. Fueron muchos los descubrimientos que se realizaron en …ver más…
En esto, el racionalismo cartesiano es menos radical y más sofisticado que el platónico. A pesar de lo cual, no terminó de convencer a muchos de los más relevantes filósofos de los años posteriores, como los empiristas británicos.
El problema mente-cuerpo
Además del problema del conocimiento, otra cuestión importante en la historia del pensamiento psicológico es la que se ocupa de las relaciones entre la mente y el cuerpo. Desde la antigüedad los pensadores se han visto intrigados por el tipo de sustancia que con- forma la mente o el espíritu humano. También se han preocupado, suponiendo que mente y cuerpo fuesen sustancias esencialmente distintas, por saber cómo es posible que la mente se relacione con el cuerpo físico. Platón puede considerarse el antecedente de la respuesta más frecuente a la pregunta general sobre la mente y el cuerpo: la mente (o el espíritu) y el cuerpo son entidades de naturaleza distinta. Sin embargo, fue Descartes quien más claramente expuso esta postura, conocida desde entonces como dualismo.
EL DUALISMO CARTESIANO
Como ya vimos, la época de Descartes estuvo muy marcada por el desarrollo de la ciencia. También hubo interesantes desarrollos tecnológicos. En los jardines de Europa se pusieron de moda los autómatas, que hacían las delicias de la aristocracia. Estos autómatas estaban movidos por corrientes de agua o mecanismos de relojería, y sorprendían a los paseantes, en la villa Médicis o en los palacios