1. Piensa en su amor
César
(Preludio, 3 min). Piensa en su amor, eso es lo que hemos venido a hacer juntos. A considerar las extensas y profundas dimensiones del amor de Dios por nosotros. Dejen que ese pensamiento more en sus corazones esta noche. Porque Dios es por nosotros. ¡Lo es! Y su palabra lo confirma.
Brisas refrescantes del amor de Dios están derramándose sobre nosotros hoy, y en donde eso pasa, su amor quita toda confusión y aviva la adoración. El resultado de experimentar ese amor de Dios por nosotros, nos debe comprometer a amarle más para que así nos amemos más los unos a los otros. El amor inmensurable de Dios es por nosotros, por ti y por mí. Tomemos tiempo para pensar y meditar en esto. Pensar en su amor, en su bondad …ver más…

Él es el camino real a la santidad. Él es el portillo a la gloria.
Como puedes ver, tú puedes confiar en él. Jesús es suficiente. Él es el rey suficiente. Él es el rey de los judíos. Él es el rey de Israel. Él es el rey de justicia. Él es el rey de todos los tiempos. Él es el rey del cielo. Él es el rey de gloria. Él es el rey de reyes y Señor de Señores. Y sí, tú puedes confiar en él y regocíjate en esto. Él es el rey soberano.
César
No hay manera de medir su amor ilimitado. No hay barrera que pueda detener sus abundantes bendiciones. Él es Dios fuerte. Padre eterno. Príncipe de paz. Él es asombrosamente fuerte. Él es eternamente fiel. Él es totalmente poderoso e imparcialmente misericordioso. Él es Jesús, hijo de Dios.
Sí, puedes confiar en él. Como desearía describirlo con mayor exactitud pero, él es indescriptible. Él es incomprensible. Él es invencible. Es también irresistible. No puedes vivir fuera de él y no puedes vivir sin él. Los fariseos no pudieron pararlo tampoco encontrarlo o retenerlo. Pilato, no pudo culparlo. Herodes no pudo matarlo. La muerte no pudo vencerlo y la tumba no pudo retenerlo.
Mis amigos, él es el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Él es el Dios del futuro y el Dios del pasado. Nos levantamos para confesar su nombre una y otra vez: Jesús, Jesús, él es Jesús. Él es por nosotros y tú y yo podemos confiar en él.
12. Aleluya, qué salvador.
Diana
Gracias Señor, gracias por amarnos con amor eterno. Gracias Padre, porque