Antología Del Relato Policial
Éste intento por todos sus medios convencer a Jeanie de que no fuera con ése hombre, pero ella no le hizo caso. Cuando el chico llegó a su casa con una carta de la profesora, el padre lo castigó y encerró con llave en su habitación. Más tarde, escuchó como su padre se iba: lo habían llamado para un caso urgente, y seguro que se trataba del de Jeanie. Sin pensárselo dos veces, el chaval salió de su casa por la ventana y buscó alguna marca de tiza por la ciudad. Cuando la encontró, fue siguiendo el rastro, y acabó en un bosque oscuro y tenebroso pro las afueras de la ciudad. Allí, encontró una casa en muy mal estado, que parecía abandonada. Se armó de valor y entró. En la habitación de arriba de las escaleras, encontró a Jeanie, atada de pies y manos y con una mordaza. La liberó y, mientras bajaban por las escaleras para escapar, un escalón se rompió y el niño quedó atrapado en él. Vieron de lejos una sombra: era el asesino. Pero ellos no podían escapar, así que intentaron pasar desapercibidos. No lo consiguieron; el hombre enseguida los vio, y los amenazó a muerte. Cuando el chico consiguió sacar su pie del agujero, le dio una patada al hombre, que lo tiró al principio de las escaleras, y él y Jeanie corrieron arriba, a encerrarse en la habitación y poner algo en la puerta para que no se pudiera abrir. Les sirvió de poco, ya que con muy poco esfuerzo, el hombre consiguió abrir la puerta. Cuando éste ya estaba dentro de la habitación, los chicos corrieron cada uno en