Analisis del mundo de sofia
El texto “El Mundo de Sofía” realiza una síntesis del pensamiento moderno y explica de manera sencilla como todo el devenir histórico de la filosofía ha cambiado al pensamiento humano, el cual en sus principios era sumamente diferente al actual, a pesar de estar influenciado por sus orígenes.
En el Mundo de Sofía, se viven vivencias de la protagonista y su entorno, pudiendo aplicarse lo aprendido en el curso de filosofía por correo. Después de leer el texto, la visión del mundo ya no es tan simple y vaga, ya que al leerlo se cambia la visión que uno tenía del mundo, se aprende a pensar de manera diferente, ya que gracias a la filosofía se han creado grandes cambios en la especie humana, los cuales seguramente …ver más…
Si yo digo "pienso" lo que queda claro es que pienso en algo. No se puede pensar sin pensar en algo. Cuando pienso en algo, yo soy ese algo. Siempre que hay un contenido mental, el yo es ese mismo contenido mental. Por ejemplo si yo digo "tengo frío", yo soy el propio frío. Esto es así porque, como he dicho antes, nos identificamos con lo que pensamos.
Otra característica de la mente es que sólo puede tener en cada instante un único contenido y esto hace que el yo no pueda ser observado a la vez que sucede. O lo que es lo mismo: no puedo observar un pensamiento a la vez que sucede. La mente cambia de objeto con rapidez y a veces se produce la sensación de estar pensando en varias cosas a la vez, pero no es así.
El problema, es que si el yo siempre está referido a algo ajeno a él mismo, ¿dónde está el yo?
La respuesta es tan sencilla como sorprendente: El yo no existe. O si se prefiere, se puede decir de otra forma: el yo es lo mismo que el Todo. En realidad el yo existe como una ilusión. El yo es un concepto ilusorio formado por el conjunto de cosas con las que me identifico.
Se podría poner un ejemplo: Si yo pregunto cuál es la forma del agua, la respuesta sería que ninguna, o desde otro punto de vista podría decir que el agua tiene todas las formas. En realidad el agua toma la forma del recipiente que la contiene. Por sí sola el agua no tiene forma. Lo mismo sucede con el yo. El yo coge la forma del