Análisis K. 313
Alumno: Marcos Riera Colomar Profesor: Jordi Lalanza Asignatura: Análisis II Fecha de entrega: 03.06.2011 Conservatori Superior de les Illes Balears
Introducción
En este segundo cuatrimestre de nuestro primer curso de Grado Superior, la obra que he elegido para analizar es el Concierto para flauta y orquesta en Sol Mayor de Wolfgang Amadeus Mozart. El motivo que me ha llevado a la elección de esta obra ha sido que cuando me empecé a informar para hacer pruebas a jóvenes orquestas, pude comprobar que el primer movimiento con cadencia de este concierto suele ser la obra obligada en la mayoría, por no decir todas las pruebas de admisión. La causa de este hecho es que es …ver más…
Ya en su ciudad natal, Mozart compuso dos misas y un buen número de sonatas, sinfonías y conciertos. Estas obras revelan por primera vez un estilo propio y una madurez musical extraordinaria. El éxito de su ópera italiana Idomeneo, rey de Creta, encargada y compuesta en 1781, hizo que el arzobispo de Salzburgo le invitara a su palacio, en Viena, pero se sintió explotado y decidió marcharse. Se dedicó entonces a dar clases en una casa que alquilaron para él unos amigos. Allí compuso el singspiel, El rapto en el serrallo, encargada en 1782 por el emperador José II. Ese mismo año se casó con Constanze Weber, hermana menor de Aloysia; juntos vivieron acosados por las deudas hasta la muerte de Mozart. Las óperas Las bodas de Fígaro (1786) y Don Giovanni (1787), con libretos de Lorenzo Da Ponte, aunque triunfaron en Praga, no fueron bien recibidas en Viena. Desde 1787 hasta la creación de Così fan tutte (1790, también con libreto de Da Ponte), Wolfgang no recibió nuevos encargos de óperas. Para la coronación del emperador Leopoldo II en 1791 compuso La clemenza di Tito, con libreto de Metastasio. Las tres grandes sinfonías de 1788 nº 39 en mi bemol, nº 40 en sol menor y nº 41 en do (Júpiter) nunca se interpretaron bajo su dirección. Mientras trabajaba en La flauta mágica (1791, con libreto de Emmanuel Schikaneder), el emisario de un misterioso conde Walsegg le encargó una misa de réquiem. Esta obra, inacabada por la muerte de Mozart, fue su última composición,