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El rol del pedagogo profesional



  1. Introducción
  2. Un
    poco de historia
  3. Definiciones conceptuales
  4. Campo
    y mercado profesional
  5. Actividad profesional
  6. Praxis
    de la profesión
  7. Perfil
    del pedagogo
  8. El
    pedagogo en la Universidad
  9. Relación pedagogos y docentes
    universitarios
  10. Consulta bibliográfica e
    informática

Introducción

El presente estudio, titulado "El Rol del Pedagogo
Profesional", es producto de la investigación realizada
con el fin de satisfacer una patente necesidad de los
profesionales pedagogos y de los estudiantes de la carrera de
Ciencias de la Educación de conocer, definir, describir,
proyectar y difundir el rol del pedagogo, licenciado en Ciencias
de la Educación, en la actualidad.

El trabajo se realiza a partir del pedido que hacen los
estudiantes de Pedagogía de la Universidad Gabriel
René Moreno al Colegio de Pedagogos de Santa Cruz, de
realizar una presentación con el fin de aclarar y definir
el rol del pedagogo profesional universitario hoy día;
objetivo que se cumple exitosamente mediante la
realización de un panel en el que participan seis
representantes del colegio de pedagogos, como panelistas y los
estudiantes universitarios, docentes de la carrera de
Educación y algunos invitados, como
público.

El documento que se presenta contiene las conclusiones
de dicho panel, ampliadas y complementadas, en un trabajo
conjunto, logrado mediante consulta bibliográfica e
informática para recopilar datos acerca del tema en
cuestión, con el fin de analizarlos, establecer
relaciones, hacer comparaciones entre las experiencias realizadas
en otras latitudes, especialmente en países de
Latinoamérica; para concluir finalmente en un
análisis de nuestra realidad regional y
nacional.

Como resultado de esta búsqueda se alcanza a
aclarar la visión de la profesión del pedagogo en
estos tiempos de Reforma, en los que el conocimiento es la mayor
riqueza de los pueblos; se establecen el campo de acción,
las competencias profesionales, los límites, las
relaciones y la interacción de la pedagogía con
otras ciencias.

La intención de hacer público este
documento obedece al evidente desconocimiento, por parte de la
sociedad, del papel del profesional pedagogo en la vida de la
comunidad, y de su contribución positiva al desarrollo de
las sociedades, mediante el mejoramiento de la calidad de la
educación en todo ámbito, sea en centros educativos
formales, o donde quiera que suceda el hecho educativo como un
medio de transformar la realidad para alcanzar verdadera calidad
de vida.

Al contar con un nuevo estamento de profesionales, se
amplía el espectro de profesiones en nuestro país,
en el que, día a día aparecen nuevas ofertas de
profesionalización en las diferentes casas de estudios
superiores públicas o privadas. Sin embargo las Ciencias
de la Educación no han alcanzado el reconocimiento que
merecen entre las llamadas hoy Ciencias de la Vida.

El Colegio de Pedagogos de Santa Cruz pretende, con este
documento, llegar al profesional en educación, a las
instancias de gobierno, a los profesionales de todas las
áreas y a todos los involucrados en el hecho educativo,
con el fin de abrir el espacio profesional y el mercado laboral
al pedagogo, cuya acción es indispensable en todos los
procesos de desarrollo humano.

Lic. Sonia Aguirre Pérez

Presidenta Colegio de Pedagogos Santa
Cruz

Un poco de
historia

Desde la antigua civilización sumeria existe
constancia histórica de la valoración que
tenía la escuela como un lugar del que salimos con los
ojos abiertos al mundo. Siglos más tarde José
Martí reconoce la esencia de la escuela como
proporcionadora de protección, ambiente cálido y
oportunidades de aprendizaje e iluminación
intelectual.

Sabater, en su obra "El valor de educar" (Editorial
Ariel, Barcelona,1997), se remonta a los griegos, en cuya
historia se dieron distintos modos de paideia (ideal educativo
griego). Separa Sabater la educación propiamente dicha,
por un lado, y la instrucción, por otro. Hace la
diferencia entre la función del pedagogo y la del maestro.
El pedagogo era un fámulo (criado doméstico) que
convivía con los niños, tenía la tarea de
instruirles en los valores de la ciudad, formar su
carácter y velar por el desarrollo de su integridad moral.
El maestro, para ese entonces era un colaborador externo a la
familia que se encargaba de enseñar a los niños una
serie de conocimientos instrumentales, como lectura, escritura y
aritmética.

El pedagogo era un educador, el maestro era un simple
instructor. Los griegos distinguían la vida activa, que
era la que llevaban los ciudadanos libres en la polis cuando se
dedicaban a la legislación y al debate político, de
la vida productiva, propia de labriegos, artesanos y otros
siervos. La educación brindada por el pedagogo era
imprescindible para destacar en la primera, mientras que las
instrucciones del maestro se orientaban más bien a
facilitar o dirigir la segunda.

De la historia del nombre y la profesión del
pedagogo se sabe que páis era para los griegos el
niño y paidagogós, el niñero, cuya
función principal era conducir y acompañar al
niño a la escuela. El pedagogo le entregaba el niño
al maestro. Con el tiempo se refinaron los gustos y las demandas
de los ciudadanos y en el mercado fue subiendo cada vez
más la cotización de los esclavos destinados al
cuidado y acompañamiento de los niños, cada vez se
les encomendaban más funciones relacionadas con la
educación integral, hasta convertirlos en preceptores; de
esta manera, la palabra pedagogo adquirió un significado
más amplio. Sin embargo no se fundió, ni se
confundió nunca, su función (de educador) con la
del maestro (instructor en disciplinas concretas).

Si la condición de pedagogo despertó desde
entonces los celos del maestro, siendo que era sólo un
esclavo, mucho mayores fueron éstos cuando el pedagogo se
convirtió en el superior jerárquico del
maestro.

Fue la Iglesia la que dio la oportunidad al maestro de
convertirse en pedagogo, cuando entra en el sector de la
enseñanza con las escuelas catedralicias, asumiendo
además de la instrucción, la educación, la
formación en un determinado espíritu.

En la edad moderna las órdenes religiosas
dedicadas a la enseñanza retomaron la acción
pedagógica con una visión más moderna y
fueron imitadas por los estados ante la evidencia de los
resultados de dar preferencia a la educación, a la
formación, a los valores. Hoy los estados asumen la
formación del niño en función de la clase de
ciudadano que se considera útil para el contexto actual.
Sin embargo, a veces este modelo de ciudadano responde más
a las necesidades de las clases dominantes.

Definiciones
conceptuales

Epistemológicamente, el derecho de la
Pedagogía como ciencia autónoma cuenta con los
elementos exigidos para tener, legítimamente,
"categoría científica", a pesar de no poseer leyes
expresables con rigor matematicista. Estos elementos
son:

  • (a) La determinación de un objeto
    propio

  • (b) La utilización de métodos
    adecuados al estudio de su objeto

  • (c) Un conjunto de leyes, principios o
    conclusiones agrupados en un todo coherente y
    unitario

Es decir, una ciencia posee existencia autónoma
cuando tiene un objeto propio, métodos particulares de
investigación y sistematización y presenta cierta
unidad y generalización en sus principios y
conclusiones.

La pedagogía cumple con estos requisitos, posee
un objeto particular: la educación, recibe aportes de
muchas ciencias, pero investiga problemas que le son propios,
tomando en cuenta aspectos de la realidad estudiados por otras
ciencias, los que se constituyen en contenidos de la
pedagogía.

Emplea métodos generales de investigación
en muchos dominios; sin embargo, en otros ha de emplear
métodos o instrumentos de investigación que le son
propios, como métodos de observación,
experimentación, comprensión fenomenológica,
etc.

La pedagogía posee una estructuración de
conclusiones y principios agrupados en un todo coherente y
unitario; sin embargo, la pedagogía, al igual que el hecho
educativo, tiene un carácter histórico social; ha
de ayudar a resolver el problema de la formación de
hombres concretos, que viven aquí y ahora. Es así
que la pedagogía es una, en lo que respecta a muchas de
sus fundamentaciones, conclusiones y principios generales y es,
asimismo, distinta según las modalidades de cada
época y de cada lugar, de acuerdo a las particularidades y
contenidos esenciales de la cultura en la que ella está
inmersa.

En la realidad del mundo de hoy, la educación ha
ido emergiendo como consecuencia de que varias agencias sociales
comenzaron a preocuparse por tener actividades educativas. Estas
actividades tienen que ser planeadas y organizadas, y estas
funciones de planeación y organización las
desempeña el pedagogo.

El pedagogo es el profesional de la educación que
conoce la pedagogía, la cual es el estudio de la
educación como un todo, en su historia. Es el profesional
que tiene el conocimiento para gerenciar las actividades
educacionales.

Muchas personas creen que el trabajo de este profesional
está restringido a instituciones de enseñanza, esto
no es verdad; el pedagogo es el llamado a trabajar en cualquier
agencia social, en cualquier situación de aprendizaje.
Este profesional coordina los profesionales específicos de
cualquier área de aprendizaje, no trabaja sólo en
la escuela, sino también en hospitales, empresas, medios
de comunicación y otros.

Un pedagogo es un profesional que piensa y actúa
en diversos niveles y ámbitos, identificando necesidades
de aprendizaje, a partir de la cuáles organiza y estudia
procesos formativos y educativos en permanente
reconstrucción, garantizando la continuidad de la
acción educativa, tomando en cuenta las especificidades de
los diferentes sujetos y contextos.

Por procesos formativos se entiende una
construcción de espacios, estrategias y ritmos de
conducción que propicien una atmósfera de
aprendizaje a los participantes de una determinada
comunidad.

Respecto a la profesionalización del pedagogo se
evidencia una falta de nitidez en la definición de sus
funciones en la sociedad. La administración educativa ha
creado muy pocas salidas profesionales específicas para
los pedagogos. Es importante, ante estas dificultades, que el
pedagogo demuestre su utilidad resolviendo problemas reales,
generando así la necesidad de su
intervención.

En nuestro país, definir y concretar el espacio
profesional que corresponde al pedagogo es uno de los objetivos
más importantes para el Colegio de Pedagogos de Santa
Cruz, como grupo. Esta definición y concreción
profesional, es también, una aspiración personal
para los pedagogos titulados, egresados y estudiantes de la
carrera en diferentes universidades del sistema.

Es interesante conocer, a manera de guía, lo que
en otros países se ha recorrido en este camino. Ejemplo de
esto es el "Estatuto Profesional del Pedagogos" (III Congreso
Estatal de Pedagogía, Valdepeñas, Ciudad Real,
1986), que nace como fruto de varios Encuentros Nacionales de
Pedagogos que van abriendo nuevos caminos a la
profesión.

La Licenciatura en Pedagogía tiene una ventaja
competitiva que se centra en los siguientes ejes de
formación: el instrumental, el pedagógico y el
administrativo. En el campo de trabajo el pedagogo asume cargos
ejecutivos como asesor en el ciclo orgánico del proceso
empresarial, como facilitador del desarrollo humano, como
diseñador de planes y programas, como promotor de procesos
de enseñanza-aprendizaje en instituciones
públicas.

El Licenciado en Pedagogía en la empresa
contribuye a la solución de problemas que afectan tanto a
la producción como al desarrollo del personal. Su
preparación teórico-práctica le capacita
para su participación en labores directivas,
capacitación y desarrollo de personal, asesoría en
diversos niveles escolares, orientación familiar,
vocacional y profesional, así como a medios de
comunicación.

Campo y mercado
profesional

El campo y el mercado profesional abren como un abanico
de posibilidades de desempeño profesional en escuela,
sociedad y empresa; en donde el pedagogo puede prestar servicios
profesionales.

Las estructuras sociales y económicas del
país están demandando especialistas en las
diferentes áreas, es así que el pedagogo tiene una
amplia intervención en el campo social, para contribuir al
mejoramiento de la calidad de vida de las personas a
través de este servicio profesional.

El pedagogo profesional puede incursionar
profesionalmente en instituciones escolares privadas o
públicas, así como en otras instituciones no
educativas que cuenten con proyectos educativos, como ser
educación contínua, capacitación,
actualización y divulgación. Sus funciones abarcan
actividades como diseño de intervenciones educativas,
asesoramiento, investigación, organización y
gestión, supervisión, evaluación,
formación, desarrollo de recursos humanos.

El pedagogo profesional hace uso de técnicas como
la psicometría, la estadística descriptiva,
programas de computación, dinámicas de grupos y
otras.

Su campo de actuación son todos los
ámbitos educativos en todas las áreas: escuela,
empresa, sociedad, no obstante, no tiene una intervención
directa sobre las personas, (niños, jóvenes,
adultos) sino sobre los marcos institucionales donde se dan los
procesos educativos y con los profesionales responsables directos
de estos procesos.

El pedagogo desarrolla su accionar en los diferentes
campos laborales de la sociedad: empresa, escuela, familia, y
todo ambiente en el que se trabaje con recursos humanos, donde se
demande el desarrollo de diseños curriculares o programas
de asesoramiento pedagógico y de desarrollo
humano.

En el ambiente escolar

Organización y dirección técnica de
centros.

Diseño de proyectos educativos.

Planificación curricular y escolar.

Orientación y diagnóstico
escolar.

Métodos y técnicas
didácticas.

Informática educativa.

Formación permanente del profesorado:
diseño, desarrollo y evaluación de
programas.

Política y planificación
educativa.

Supervisión del sistema educativo.

Investigación educativa e
innovación.

En la docencia

Actualización docente.

Diseño, implementación y evaluación
de planes y programas educativos.

Diseño, implementación y evaluación
de materiales y recursos didácticos.

Investigación educativa.

Administración escolar.

Docencia universitaria de materias
específicas.

En el campo social

Educación especializada.

Pedagogías especiales (familiar, por edades,
sexológica, de rehabilitación, de
prevención…)

Asesoramiento científico y técnico de
carácter pedagógico.

Educación compensatoria y de adultos.

Educación de la tercera edad.

Educación permanente.

Formación de formadores.

Gestión y supervisión de organismos de
Educación Social.

Educación ambiental y del tiempo
libre.

Educación sanitaria.

Pedagogía deportiva.

Pedagogía de la expresión y la
creatividad.

Intervención en organismos judiciales, centros de
rehabilitación y centros penitenciarios.

Trabajos en la administración y las corporaciones
locales.

Asesoría pedagógica en diversas
instituciones: centros religiosos, centros recreativos,
cuarteles, penitenciarías, centros de
rehabilitación, etc.

En la empresa

Capacitación de personal.

Orientación profesional.

Medios de comunicación social.

Prensa y edición.

Diseño de material educativo para centros y
editoriales, gestión de centros de recursos.

Dinamización social, animación
socio-cultural y educación social (educadores de
calle…)

Investigación socioeducativa en el ámbito
de la educación social.

Como agente de proyección
social

Atiende a los diversos sectores de la población
que requieran ayuda pedagógica, sean éstos:
estudiantes, profesores, investigadores, instructores,
empresarios, directivos, padres de familia, orientadores y apoyo
a profesionales.

El pedagogo puede influir en la solución de
problemáticas como: analfabetismo, caducidad de planes y
programas de estudio; vicios y errores en la planificación
y administración educativas; rezago, deserción,
reprobación escolar, deficiente atención y
capacitación a personal docente, instructores,
coordinadores y directivos; métodos y técnicas de
enseñanza aprendizaje inadecuados; planeación
incorrecta en grupos interdisciplinarios de trabajo, programas
deficientes de orientación escolar, vocacional,
profesional, de capacitación.

La participación del pedagogo profesional puede
ser de gran utilidad en la elaboración y puesta en
práctica de programas de prevención y
rehabilitación de alcohólicos, drogadictos, y en
otras adicciones, las que con la guía profesional adecuada
pueden ser detectadas y detenidas en sus inicios, entre
éstas podemos

citar los problemas alimenticios tan frecuentes y
callados en nuestra sociedad como la anorexia y la
bulimia.

El pedagogo puede tomar parte activa en las
políticas gubernamentales de evaluación de la
calidad educativa, interactuando con los sistemas nacionales y
regionales de evaluación de la calidad educativa,
participando en las pruebas de evaluación y control de
calidad, así como en la aplicación de las mismas en
los diferentes distritos.

Actividad
profesional

Organización, administración,
dirección y supervisión pedagógica en
instituciones escolares, departamentos de investigación,
despachos y asesoría en dependencias públicas o
privadas.

Instrumentación, análisis y
evaluación de planes y programas de estudio.

Participación en grupos interdisciplinarios para
el análisis, evaluación y adaptación de
contenidos de los libros de texto.

Asesoría pedagógica en clínicas de
educación especial, en programas de educación para
la salud, recreativos, de educación artística, de
uso del tiempo libre y de desarrollo de la comunidad.

Programación de actividades de orientación
educativa, vocacional y profesional.

Capacitación de personal en el sector
agropecuario, comercial, industrial y de servicios.

Elaboración y desarrollo de proyectos de
investigación educativa.

Diseño, instrumentación y
coordinación de programas de formación
docente.

Elaboración y aplicación de recursos de
apoyo (materiales didácticos, técnicas de
enseñanza y aprendizaje) en los diferentes niveles
educativos

La actividad profesional del pedagogo no se limita solo
al campo de formación de recursos humanos, al contrario,
se genera mayor demanda como profesional especialista en
proyectos de desarrollo humano y comercial, especialmente en
instituciones en las que se trabaja con productos de consumo
masivo e instituciones que desarrollan proyectos sociales en el
campo de la salud, de desarrollo y producción
comunitaria.

Praxis de la
profesión

Empresa: Director, consultor, coordinador y supervisor
de la planeación.

Escuela: Director, asesor, orientador e investigador de
instituciones escolares de diferentes tipos y niveles.

Familia: Orientador y consultor en educación
familiar, a nivel individual, matrimonial y grupal.

Ambiente: Asesor y coordinador en los aspectos
pedagógicos de instituciones de servicio a la comunidad y
de medios de comunicación.

Áreas de trabajo fundamentales

Área didáctica: Manejo eficiente del
proceso enseñanza aprendizaje en base de métodos,
técnicas y medios que permiten una mejor
planeación, realización y evaluación del
proceso.

Área psicológica: Comprensión de
las causas del comportamiento humano, sus necesidades, intereses
y capacidades para su mejor orientación
personal.

Área filosófica: Incorporar a su accionar
los fundamentos necesarios para el conocimiento adecuado de la
naturaleza humana, su finalidad y su trascendencia.

Área sociológica: Proporcionar
conocimientos que permiten considerar al hombre en su devenir
histórico, cívico y social.

Área instrumental: Utilización del
conocimiento y aplicación de recursos y procedimientos
para la investigación y el tratamiento de acciones
educativas sobre bases científicas.

Área administrativa: Dirección de la
capacitación y desarrollo de los recursos humanos de
cualquier organización.

Perfil del
pedagogo

Como persona

Tiene capacidad analítica, crítica y
propositiva de las situaciones
socio-económicas.

Se interesa por los problemas educativos en particular,
y los sociales en general.

Se interesa por los problemas humanos relacionados con
la educación.

Tiene capacidad de adaptación al trabajo de
equipo.

Posee disposición y adaptación a nuevos
entornos.

Establece buenas relaciones humanas.

Tiene capacidad crítica e innovadora.

Actúa con compromiso y respeto por la
diversidad.

Siente interés por el uso de las nuevas
tecnologías y su implementación
pedagógica.

Es emprendedor.

Como profesional

Explica, norma, diseña, evalúa y concreta
intervenciones pedagógicas en diferentes
ámbitos.

Está capacitado para diseñar, evaluar,
estructurar programas, estrategias y acciones que resuelvan
problemas en el campo educativo.

Prevé y atiende problemas recurrentes tales como
deserción, reprobación, rezago, orientación
educativa, hábitos de estudio, desarrollo de actitudes y
valores.

Participa en equipos multidisciplinarios, abordando la
pedagogía, programas y proyectos formativos en la
modalidad educativa no formal.

Promueve el uso de las tecnologías en la
formación para la enseñanza en la educación
no formal.

Asesora y apoya a los niveles de dirección en la
toma de decisiones en el ámbito educativo.

Promueve la orientación escolar en torno a
hábitos de estudio, proyecto de vida y elección de
carrera.

Diseña nuevas prácticas profesionales
elaborando estudios de mercados profesionales para detectar las
necesidades, articulándolas a propuestas
educativas.

Ejerce la docencia constituyéndola en un
ámbito del quehacer laboral en los niveles medio y
superior, en materias de corte social humanístico y de
metodologías de la investigación.

Planea y administra instituciones educativas.

Participa en la formación de
profesores.

Propone y aplica mecanismos de evaluación
educativa.

Diseña, coordina, plantea y evalúa
programas educativos y curriculares.

Diseña material didáctico de corte
artesanal y tecnificado, acordes al proceso
enseñanza-aprendizaje.

Actúa como agente de integración en
instituciones educativas formales y no formales, y en la sociedad
en general.

El pedagogo en la
Universidad

Hacer un análisis sobre la participación
del pedagogo en la universidad, en un encuentro con otras
disciplinas, nos conduce a la necesidad de considerar las
condiciones histórico sociales en las cuales ejercita su
praxis profesional, su contextualización en la vida
universitaria, tanto de una lectura de la realidad cuanto de la
universidad pensada y visualizada desde una perspectiva
teórica, política y ética.

Es ampliamente reconocido que las condiciones de
posibilidad del desarrollo político y social de los
países están cada vez más, en función
de la capacidad de su sistema de educación superior, de la
cual depende la formación de recursos de alto nivel
acordes a las demandas competitivas y complejas de distintos
sectores y ámbitos de la sociedad.

El desafío se plantea en un mundo signado por la
explosión de la información y su acelerada
expansión y difusión, lo que trae como consecuencia
el poder del conocimiento que impregna en toda su
extensión la trama política, económica y
social.

A partir de estas circunstancias, se exige a los
trabajadores de las universidades el desarrollo de capacidades
para el procesamiento y reestructuración-recreación
crítica de información que dé lugar a
respuestas alternativas a problemáticas diversas,
complejas y cambiantes, más que los procesos de
acumulación cuantitativa y memorística.

Para contribuir a generar un salto cuantitativo en la
formación de mentes lúcidas, capaces de desarrollos
creativos, es necesario centrarse en los procesos constructivos
de pensamiento y sus complejas operaciones.

Esto significa que los sistemas nacionales de
educación superior deben volverse sistemas altamente
complejos, diversificados y multifuncionales. Muchos
países en América Latina afrontan el desafío
de tener que producir una profunda y significativa
transformación en sus universidades, a pesar del contexto
de crisis económica y grandes restricciones que obligan a
las universidades, al decir de José J. Brunner, a volverse
más emprendedoras.

Se hace imprescindible, además de afrontar las
cuestiones políticas, organizacionales y financieras,
generar estrategias e instrumentos efectivos para reorientar el
trabajo académico, mediante propuestas curriculares
flexibilizadas, en cuanto a los moldes clásicos de las
profesiones.

La profesión académica surge como una
nueva profesión de cierta relevancia en el sistema
universitario. La profesionalización del cuerpo docente
hace evidente la diferencia entre profesores que no comparten la
docencia universitaria con la actividad profesional, sino que
hacen de la docencia o de la investigación en las
universidades su ocupación central o
única.

Esta situación "abre" un espacio para el abordaje
del aporte pedagógico en la educación superior,
nivel al que no se había ingresado en ese campo como parte
de su problemática; este hecho no solo significa la
entrada a un debate teórico, más bien implica la
incorporación de pedagogos en diferentes unidades
académicas, lo que produce un doble impacto, hacia el
interior del propio campo y hacia otros campos
disciplinares.

Las siguientes reflexiones han sido construidas con la
intencionalidad de trabajar en el sentido de mejorar la calidad
de los procesos de transmisión y de apropiación de
conocimientos en los niveles de formación profesional, sin
perder de vista la problemática social.

Relación
pedagogos y docentes universitarios

Respecto a la práctica del pedagogo en la
universidad, en primer lugar, se ubica su función en los
procesos de transmisión-producción-difusión
de conocimientos científicos y
tecnológicos.

El pedagogo en su trabajo específico desarrolla
tareas de orden académico en diversas prácticas y
espacios de actuación, las más importantes entre
éstas son: el diseño y evaluación
curricular, la formación y asesoramiento de docentes en
ejercicio, la evaluación de procesos de enseñanza y
aprendizaje, el asesoramiento al nivel de la gestión
directiva.

La práctica del pedagogo en la universidad,
sostienen A. Cori y G. Edelstein, se plantea como una
relación de y con el conocimiento, específicamente,
en la concreción de procesos de intercambio, ligados a los
procesos educativos enseñar y aprender. En dichos procesos
se vinculan sujetos pertenecientes a campos disciplinarios
diferentes que compiten por los lugares que ocupan en el campo
del quehacer académico y la relación con un
contexto social más amplio.

Los factores mencionados, quehacer académico y
relación con un contexto social, determinan y marcan el
sentido y alcance de la intervención del pedagogo en
relación con los demás actores institucionales. Al
respecto, es posible distinguir dos niveles de análisis
mutuamente relacionados en esta cuestión: en primer lugar:
el nivel institucional se refiere a la posición del
profesional en la estructura jerárquica, en segundo lugar,
el nivel relativo a la pertenencia a campos de conocimientos
diferentes. Ambos niveles confluyen en la relación de
conocimiento que se establece entre ellos.

Los límites en esta relación, basada en
las diferentes posiciones de los profesionales, el especialista
en cualquier ciencia y el pedagogo, se estructuran como deseo de
mutuo reconocimiento.

La pedagogía es una ciencia unitaria y
armónica de carácter complejo. Sus relaciones con
otras ciencias han ido ampliando y profundizando su contenido, y
en esta interacción todas se enriquecen mutuamente y se
apoyan. En la práctica administrativa, académica y
docente en la universidad, el aporte de la ciencia
pedagógica está siendo desaprovechado, y en algunos
aspectos, subvalorado. Es necesario el reconocimiento de la
importancia de la intervención del pedagogo en la
universidad, como elemento indispensable para relacionar el
contexto social con el hecho educativo en todas sus
dimensiones.

En nuestro país, el pedagogo es un profesional
cuyo aporte sería de gran valor, y sin embargo, se
encuentra ausente de la estructura del sistema educativo
nacional, dejando un vacío que se debe llenar sin lugar a
más dilaciones de tiempo.

Si bien desde los inicios del proyecto de la Reforma
Educativa, está contemplada la formación
universitaria de profesionales en Ciencias de la Educación
como el detonante para los cambios estructurales propuestos en
busca de la transformación de la calidad de vida del
hombre boliviano, en su praxis se pierde la riqueza que pueden
brindar estos profesionales al proceso.

Como conclusión, cabe destacar:

  • La importancia del reconocimiento del papel de
    Pedagogo y su diferencia con el papel del Maestro
    Normalista.

  • El reconocimiento del amplio espectro de acciones
    que puede y debe realizar un pedagogo, utilizando su
    competencia para mejorar la calidad de los procesos de
    transmisión y apropiación de conocimientos; no
    solo en el campo de la educación formal, sino como
    forjador de recursos humanos aptos para desempeñarse
    en diferentes ámbitos.

  • Necesidad de la orientación de un pedagogo en
    la primera célula social, la familia, para mejorar las
    relaciones interpersonales e intrapersonales, para
    desarrollar competencias y capacidades que promuevan una
    convivencia armónica.

  • Necesidad de la participación activa del
    pedagogo en el quehacer educativo a nivel macro, para
    organizar, reorganizar, y evaluar instituciones en las que el
    educando sea el objeto de su existencia.

  • Definir el rol que le corresponde al pedagogo en la
    universidad para estructurar curricularmente cada
    carrera.

  • Romper los estereotipos, para delimitar los campos,
    que por desconocimiento, o falta de interés,
    aún no han sido aclarados entre la pedagogía y
    otras profesiones.

Consulta
bibliográfica e informática

Manganiello Ethel M.:
Introducción a las ciencias de la
educación
.

Ed.Librería del Colegio. Buenos
Aires, 1977

www.monografias.com

educaweb.com

la facu.com

weboei.com Revista PENSAMIENTO
UNIVERSITARIO Nº 1, Nov. De 1993

COLEGIO DE PEDAGOGOS

PANELISTAS: Lic. Sonia Aguirre
Pérez

Lic. Goldi Montaño
Sánchez

Lic. Lourdes Ábrego
Mercado

Lic. Rosario Rivero de Ruilowa

Lic. Mirna Lema de Ojopi

MODERADOR: Lic. Jesús Manuel
Ordóñez Hoyos

REDACCIÓN: Lic. Sonia Aguirre
Pérez

Colaboración: Lic. Goldi
Montaño Sánchez

Lic. Mirna Lema de Ojopi

Corrección: Lic. María Celia
Sanabria de Ibarnegaray

Santa Cruz, Mayo 2002

Agradecimientos

A la Universidad Autónoma Gabriel René
Moreno en la persona del Rector, Dr. Julio Salek, por el apoyo
desinteresado en la publicación de este
documento.

A los alumnos de la Carrera de Ciencias de la
Educación, quienes fueron los impulsores de esta obra y a
quienes está dirigida.

A los colegas pedagogos, por compartir sus
inquietudes.

 

 

Autor:

Lic. Sonia Aguirre
Pérez

Santa Cruz de la Sierra-Bolivia

2002-2003

COLEGIO DE PEDAGOGOS DE SANTA
CRUZ

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