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Guerra de la triple alianza




Enviado por latiniando



    INTRODUCCION

    El presente trabajo constituye un esfuerzo
    sistemático por abarcar en una obra de conjunto los
    complejos y múltiples factores que, de modo mediato e
    inmediato han concurrido a precipitar la Guerra de la
    Triple Alianza. El suceso de los acontecimientos se relata de la
    misma forma en cualquiera de los libros que han
    sido investigado pero la interpretación que se le da a
    estos acontecimientos varía de acuerdo a los distintos
    autores, así también varían las visiones de
    éstos hacia los protagonistas de los hechos y sus objetivos.

    Por medio del análisis, el estudio, la comparación
    de las distintas versiones de los hechos presentados por los
    diferentes autores; cada uno puede imaginarse lo que realmente
    sucedió y lo que hasta hoy no puede ser contestado:
    ¿Por qué?, ¿Cuál fue el verdadero
    motivo que empujó al Mariscal López a esta
    trágica guerra cuya
    consecuencia fue la devastación de toda una
    nación?.

    No pretendemos hallar culpables, el único fin de
    este estudio es profundizar nuestro conocimiento
    acerca de las causas posibles de la Guerra de la
    Triple Alianza, y todo lo que a ella se refiere, se da gran
    importancia a los antecedentes de ésta ya que estamos
    buscando una clave que nos explique o nos haga concordar ciertos
    aspectos en los que difieren los diferentes autores. Tratando de
    explicar estas posibles causas, nuestra investigación sobre la guerra en todo
    momento trata de penetrar y encontrar dentro de la forma de ser y
    de pensar del Mariscal Francisco Solano López la respuesta
    a tantas incógnitas, no es su vida lo que nos interesa,
    sólo aquella parte que se relaciona con los antecedentes y
    el desarrollo de
    esta guerra que
    para muchos fue inmotivada, o podía ser evitada; ya que
    como consecuencia de ésta fuimos condenados a la pobreza y el
    atraso.

    También buscamos exponer ciertos datos que durante
    muchos años fueron errados, o en algunos casos
    desconocidos acerca de la guerra, y que varían
    según los diferentes textos estudiados.

    FRANCISCO SOLANO LOPEZ

    Desde la óptica
    de Juan Crisóstomo Centurión, contemporáneo
    de López; en su libro
    "Memorias o
    reminiscencias históricas sobre la Guerra del Paraguay",
    testigo y protagonista de los acontecimientos de la época
    podemos concluir que este nunca pudo superar la acentuada
    ambivalencia que sentía hacia la figura del Mcal Francisco
    Solano López a quien vio como encarnación del
    sacrificio supremo que toda patria pide a sus hijos y
    también anoto con amargura rasgos despóticos,
    mezquinos y una idea exagerada de su propio rol como líder
    del estado. Su
    educación
    Europea le había permitido a Centurión armarse de
    una visión critica de las cosas que lo empujo a estudiar a
    fondo las causas de la guerra y las circunstancias que rodearon
    las primeras decisiones bélicas del Gral. López. A
    estas Centurión las encuentra francamente deplorables.
    López no estaba en condiciones de llevar adelante una
    guerra ofensiva. Los recursos
    humanos y logísticos de su atrasado país no lo
    permitirían. Y por si todo fuera poco , el sistema
    personalista y excesivamente centralizado del mando
    político-militar, no podía augurarle halagos al
    futuro guerrero paraguayo. La sucesión desconcertante de
    errores paraguayos en el primer año de la contienda, en la
    que la falta de preparación militar del Brasil y la
    Argentina le
    permitió a López una cierta iniciativa, iba del
    campo diplomático al estrictamente militar con las
    expediciones a Uruguayana bajos jefes que en realidad
    tenían jerarquía y mandos subalternos de facto,
    configuraba la hora mas negra de la conducción paraguaya
    de la guerra. De un zarpazo, en una operación sin sentido
    ni objetivo
    realizable, López pierde todo un ejercito. Por su
    capacidad económica y demográfica suponiendo que en
    Uruguayana se venciese a los ejércitos argentino y
    brasileño, estos piases fácilmente podían
    armar y entrenar varios mas. Un gobernante sin
    diplomáticos ni diplomacia, que apenas se manejaba con
    "agentes confidenciales personales" en lugar de
    diplomáticos residentes profesionales, no podía
    abrigar la esperanza de comprender muy a fondo las realidades
    políticas del mundo exterior.
    Anteriormente, el Gral. López había cometido el
    error de mediar en el Pacto de San José de Flores, entre
    la Provincia de Buenos Aires y la
    Confederación de Provincias del Exterior. Con la ayuda de
    López la Argentina intenta
    unificarse bajo la hegemonía porteña. Si la guerra,
    como afirman los apologistas de López, era inevitable,
    ?que hacia el comandante de nuestro ejercito en un rol
    protagónico unificando a su futuro enemigo?.
    Centurión, que tuvo activa participación en la
    campaña que ocupara el puerto de Corrientes por poco
    tiempo, se
    siente desolado al examinar los primeros pasos bélicos de
    López y prácticamente condena cada paso tomado por
    el Mcal. incluyendo los severos castigos en el terreno de la
    derrota. Centurión en él consigna todo lo que a su
    criterio era repudiable y reprensible en el comportamiento
    de Mariscal-Presidente y en el sistema que lo
    encumbro y mantuvo en el poder. A las
    penurias psicológicas pronto seguirían sufrimientos
    físicos, "el que por cualquier motivo no estaba mas en la
    gracia y en el buen concepto del
    Mariscal, vivía aislado: todo el mundo le huía, lo
    miraban de reojo y le despreciaba". Una muestra de
    compasión cualquiera hacia el ciado en desgracia era
    tomada por el Mariscal como causa con el reo y las declaraciones
    eran torrenciales, "El delator era tenido por el mas leal y
    adicto ciudadano, y de consiguiente premiado con demostraciones
    de aprecio y consideración". El Mariscal López,
    cuyo egoísmo y desconfianza no tenían limites,
    observaba la mas rigurosa reserva en todas sus determinaciones y
    cuando tenia el buen humor de hacerlas saber, no era nunca en
    busca de nuevas luces o de mejor parecer (puesto que él
    estaba en la firma creencia que ningún otro en el
    país era capaz de concebir mejores ideas que las suyas),
    sino mas bien para tener la satisfacción de escuchar los
    elogios y lisonjas que le hacían los aduladores que le
    rodeaban. La megaloma Lopizta parecía no tener limites: "Las
    columnas de los periódicos salían llenas de
    artículos insulsos y fastidiosos que casi no tenia otra
    coma que alabanzas a su persona,
    advirtiendo que no se publicaba una línea sin la previa
    censura de él".

    Nada de lo que afirma Centurión sobre el sistema Lopizta
    puede ser desmentido categóricamente y distintos testigos
    presenciales corroboraron sus afirmaciones, algunos incluso con
    mayor rigor que el de Centurión en cuanto a condena. Es
    que el periodo cubierto por el volumen es el de
    mayores desaciertos y escasisimas hazañas. No se sabia
    nada aun del Tratado Secreto de la Triple Alianza, el mas eficaz
    de los instrumentos de propaganda de
    la causa de López, ni los aliados habían aun
    comenzado su campaña de crímenes de guerra que
    incluía la decapitación de oficiales y tropas una
    vez rendidas en el campo de batalla. En comparación a
    tales monstruosidades hasta López y sus crueldades contra
    sus propia gente parecía inocuo. Asentada la condena de la
    figura de López, sin embargo, Centurión
    también encuentra en él características de humanidad y
    heroísmo. Y así se alimentara la eterna
    dialéctica paraguaya con relación a López y
    se acentuara la ambivalencia que hoy ya no es solamente de
    Centurión, Fidel Maíz y otros que vivieron y
    combatieron bajo su mando, sino que es compartida por toda la
    ciudadanía , a excepción de aquellos que por
    motivos políticos o personales se esmeran en presentarlos
    como una caricatura grotesca de maldad insuperable o como un
    compendio inmejorables de virtudes cívicas. No existe aun
    en idioma alguno una biografía definitiva
    de López y posiblemente no haya nunca, a pesar de su
    importancia clave, dado que en la América
    Hispánica la historia de las naciones
    inventada por su clase dirigente es generalmente la biografía de sus
    gobernantes. La propia Primera República Paraguaya de los
    dictadores que duro entre 1813 y 1869 no tiene otra historia que el recuento de
    las existencias de sus absolutistas gobernantes. El problema de
    López, que surge al intentar estudiarlo como sujeto de una
    biografía
    no es simple, su verdadera motivación
    al desencadenar la terrible guerra permanece en el misterio, pues
    si bien se tiene amplio material fragmentario, el rompecabezas
    que emerge carece de al mismo tiempo de algunas
    piezas y en ciertos aspectos las originales sobran. En él
    hay una mezcla inédita para el Paraguay de
    excesivo orgullo y sed de gloria militar con la incapacidad de
    discernir la carencia real de medios. se
    siente defensor de su "causa americana" que ni existía
    entonces ni aun hoy. Francisco Solano López, quien se
    lanzo a una guerra de exterminio en nombre de un "equilibrio de
    poderes regionales" que no podía existir sino en su mente,
    cuyo contenido total, como bien nos documenta Centurión ,
    recibía constantes y calurosos aplausos del siempre
    numerosos de adulones y cortesanos. Y así, cuando a punto
    se esta de envolver a toda la figura de López en un manto
    de condena, aparecen los asientos de la otra columna contable. Su
    egoísmo de otrora, en medio de la contienda se convierte
    en sus supremos altruismo, pues conocedor que el futuro solo le
    depara sacrificio, no rehuye sino; es mas, hasta lo desencadena.
    Y este acto de desprendimiento, que siempre bordea lo grotesco,
    pues innecesariamente hace fusilar a sus familiares mas
    íntimos, creyéndose el paladín de una
    justicia
    veramente "ciega", aunque en esos actos solo logre demostrar una
    arbitrariedad desmedida y una crueldad inusitada, le sirve a
    López de expiación ante propios y extraños.
    Era un caso donde en el propio pecado se hallaba gran parte de la
    penitencia y la absolución por la horrible pertinacia del
    protagonista. A pesar de haberse inmolado en el desenlace de la
    guerra que él iniciara y de haber conducido a su
    país a la ruina, López fue el "ganador moral" de la
    misma mucho antes de que los cronistas deportivos acuñaran
    la frase. La contienda apenas sirvió para exacerbar las
    terribles limitaciones en todo orden dentro de los emergentes
    estados-naciones de la América
    del Sur. El académico norteamericano Harris G. Warren
    confeso, que un siglo de estudios científicos había
    sido incapaz de mejorar las conclusiones sobre la guerra y
    López aparecidas en el respetado periódico
    porteño en lengua inglesa
    The Standard a escasos nueve días de la muerte del
    Mariscal Presidente.

    "Si la vanidad y la ambición provocaron la guerra
    que ha concluido en el Aquidabán, la imbecilidad y la
    intriga la habían prolongado… La victoria ha sido
    adquirida a un precio tan
    elevado y ella sugiere reflexiones que en cierta medida roba a la
    victoria su gloria y a la derrota su
    humillación.

    El extraño que intente estudiar esta guerra
    memorable a pesar de todas las atrocidades acumuladas a las
    puertas de López encontrara mas difícil admirar la
    brillante táctica de los aliados que la inmutable
    tenacidad de Solano López… En consideración a
    este punto, que ahora con calma podemos examinar con
    imparcialidad, pero no con indiferencia, una dificultad surge –
    aquella de dilucidar con precisión el objetivo de
    López al invitar – una lucha que significo su propia
    destrucción y la de su país. Algunos escritores
    políticos urgen persuadir que era apenas el resultado de
    la vanidad y la ambición personal, pero
    parece luego de un análisis mas intimo del estado de las
    cosas al romperse las hostilidades, que López fue menos la
    víctima de su concupiscencia de conquista que de las
    circunstancias de entonces que él permitió lo
    llevaran a la vorágine final".

    Una vez iniciada las batallas, las cavilaciones
    concluyeron y los paraguayos liderados por López se
    aprestaron a defenderse contra el "invasor". Pronto se olvido que
    fue López quien la causara y este encuentra su
    reivindicación ( realmente valida solo a medias ) en la
    publicación del Tratado Secreto de la Triple Alianza,
    firmado el 1º de mayo de 1865 posterior a las declaraciones
    de guerra de López al Brasil y a la
    Argentina e
    incluso algunas incursiones militares a territorios de esos
    piases.

    Desde su acceso al poder, a la
    edad de 36 años, López fue tallándose
    posiciones limites para si
    mismo y se embarco en el reparto de ultimátums hasta que,
    como si la cosa mas natural del mundo, tenia en su mano una
    guerra de exterminio cuyo resultado fue fiel a su
    denominación. Antes de cumplir sus 44 años,
    López, ejecutor de su propio slogan, no habiendo podido
    vencer, había muerto de modo prometido en sus arranques de
    patriotismo. Ninguno de los muchos que alegan tenerlo como
    paradigma de
    comportamiento
    ha sido capaz de emularlo hasta la fecha.

    SEMBLANZA DE SU
    PERSONALIDAD

    Efraim Cardozo en su libro:
    "Apuntes de Historia Cultural del
    Paraguay", nos
    dice … Solano López poseía una personalidad
    poco común. Era, sin disputa, el hombre mas
    ilustrado del Paraguay y
    también el mas experimentado en las cuestiones de Estado. Se
    debe también al Padre Fidel Maíz, que mucho lo
    conoció, la siguiente semblanza: "Todos los que han tenido
    que tratar y escuchar a López no podrán menos que
    confesar que poseía una vasta preparación en todo
    genero de
    conocimientos. Sus correspondencias y notas diplomáticas
    prueban que era capaz de desempeñarse con habilidad y
    altura, sin que haya tenido ningún consejero superior a su
    talla. Poseía una gran facilidad de expresar sus
    pensamientos por escrito, y todavía mas, para producirlos
    a la voz, y entonces, con elocuencia casi conmovedora, en
    ocasiones arrobadora, arrastrada a sus oyentes. Esto
    principalmente en su arengas militares, sea que hablase en
    castellano, sea
    que lo hiciese en guaraní, idioma que mucho estimaba,
    hablándolo con especial agrado y hasta con elegancia… De
    modales cultos, jamas se lo oyó proferir palabras groseras
    o epítetos injuriosos; de animo siempre reposado, dominaba
    en el, el estoicismo, aun en medio de los mas inesperados
    contrastes y en presencia de las mas funestas decepciones y
    fracasos por los que tuvo que pasar fatalmente. Hombre de rara
    firmeza en sus resoluciones, sin vacilar entre obstáculo
    alguno, obraba con decisión, afrontando hasta lo
    imposible. Apremiado en tales transes, su expresión
    favorita era esta: "La copa esta servida… es preciso
    beberla!".

    IDEOLOGIA POLITICA DEL NUEVO
    PRESIDENTE

    A Solano López no se le escapo que el pueblo
    anhelaba la reforma constitucional y que ella le hubiera
    reportado prestigio dentro y fuera del país. Confeso,
    años después, a Juan Centurión, según
    este en su libro: "Yo
    pudiera haber sido el hombre mas
    popular, no solo en el Paraguay, sino
    tal vez en toda la América
    del Sur. Para llegar a serlo nada mas hubiera sido mas
    fácil que promulgar una Constitución. Pero yo no lo he querido
    porque no deseo la desgracia en mi patria. Cuando leo las
    Constituciones de los piases vecinos, me quedo extasiado al
    contemplar tanta belleza, pero cuando del papel vuelvo
    la vista hacia la practica, me quedo horrorizado". Pensaba como
    Francia y como
    su padre en 1854, sin haber acompañado a este en su
    evolución posterior. Consideraba que cada
    país tiene "su peculiar modo de ser o de marchar", y que
    el orden publico y la tranquilidad reposaba en el Paraguay sobre
    "los hábitos de su misión y
    respeto a la
    autoridad",
    según explico en una carta a Moreira
    de Castro. Proveniente de las filas del ejercito, su
    creación y orgullo principal, veía en él –
    según lo expreso en su Proclama inaugural – "el ejemplo
    practico de la subordinación y fiel observancia de las
    leyes y el
    sostén de nuestros sagrados derechos". En ese mismo
    documento manifestó: " Es posible que ningún
    país alcance su felicidad sin que le animen sentimientos
    de justicia,
    orden y moralidad. Paz, unión, concordia, son los
    fundamentos mas sólidos de nuestro porvenir y
    engrandecimiento. Al abrigo de esos sanos principios
    cultivara nuestra patria el árbol de la libertad, y
    ajenos a la ardua discusión de los principios
    abstractos de la política
    agrupémonos frente a su altar para trabajar por el
    bienestar general".

    GOBIERNO

    • TENTATIVA DE REFORMA POLITICA

    Pronto el país advirtió que no se
    admitiría ningún genero de
    reformas ni siquiera que se las propusiera. El Rector del
    Seminario,
    Padre Fidel Maíz, nos cuenta Efraim Cardozo en su libro "
    Apuntes de Historia Cultural de la
    Sociedad",
    encabezo un movimiento
    para mejoras las instituciones
    políticas. El docto sacerdote y otros
    ciudadanos fueron a para a la cárcel, acusados de promover
    una "revolución
    social, moral y
    política",
    que con la base y palanca del clero, debía obrar "sobre el
    bello sexo, las
    masas sencillas de la población, sobre las autoridades de la
    campaña y del Ejercito y luego refluir sobre las altas
    clases de la sociedad",
    según denuncio "El Seminario".
    Muchos años el Padre Maíz explico los sucesos: "Yo
    conocía bien a fondo el carácter del general
    López, y el poder
    omnímodo que iba a embestirse al ser electo Presidente de
    la República; y por eso mismo deseaba una Constitución que le quitara las facultades
    absolutas y pusiera frenos a las posibles arbitrariedades.
    Conocía también como había sido mimado desde
    la mas temprana edad: acotó también que cuando
    apenas tenia 15 años, cuando ya Coronel organizo la
    guardia nacional, y de 17 años, cuando accedió a
    General de Brigada, Comandante en jefe del ejercito paraguayo en
    operaciones
    fuera del país; en seguida Ministro de Guerra y Marina…
    Aquel joven militar, mandatario supremo de la edad, con la
    conciencia de su
    dignidad y el mayor celo del orden publico, mal podría
    transigir con ideas alguna que pudiera traducirse, pero ni
    lejanamente, en una oposición a su persona, mucho
    menos al sistema
    establecido de gobierno. Y en
    tal sentido fue tomando cabalmente su deseo de hacer una nueva
    Constitución que estableciera la independencia
    de los tres poderes, el Legislativo, el Ejecutivo y el
    Judicial".

    ANTECEDENTES DE LA GUERRA DE LA TRIPLE
    ALIANZA

    • EL PARAGUAY Y SUS VECINOS

    Según el testimonio del ministro americano
    acreditado en Asunción, el Señor Charles Ames
    Washburn en su libro:
    "Historia del
    Paraguay con Notas de Observaciones Personales y Reminiscencias
    de la Diplomacia en Dificultades", se describe a Francisco Solano
    López como desafiando a muerte a
    Brasil,
    Argentina y
    Uruguay, que
    se unieron en legítima defensa contra el demente que, a
    semejanza del viejo de la montaña, el primer "asesino",
    aterrorizó a su propio pueblo para reducirlo a la
    sumisión abyecta, y luego lo explotó en una
    expedición depredadora contra sus vecinos.

    El hecho patente de que la figura de Francisco Solano
    López se destaque heroicamente a través de las
    fugaces llamaradas de la incomparable resistencia
    opuestas por el Paraguay a las fuerzas abrumadoras de la Triple
    Alianza, a prestado color a esta
    manera de ver la gran lucha. Apenas se necesita decir que, como
    todas las interpretaciones puramente personales de la historia,
    ésta no puede resistirse a la prueba de un examen
    cuidadoso.

    Los orígenes de la guerra del Paraguay arrancan
    del crecimiento y constitución de la Argentina y el
    Brasil, dos
    estados que van ahora en rápida ascensión hacia el
    nivel de las grandes potencias. Puede considerarse dicha guerra
    como un episodio de la constitución de la nacionalidad argentina,
    o puede considerársela como una fase del desenvolvimiento
    económico del Brasil, lo cierto
    es que se trata de un suceso inmensamente significativo para la
    historia de las tierras situadas al este de los Andes y al sur
    del Amazonas.

    LA DOCTRINA DEL EQUILIBRIO

    Solano López introdujo innovaciones fundamentales
    en la política exterior. Hasta entonces el
    Paraguay se había cuidado de participar en los asuntos del
    Río de la Plata, fiel a la doctrina de la no
    intervención. En el concepto del
    nuevo gobernante, había llegado el momento de abandonar
    esa táctica en cuanto los conflictos
    afectaran los intereses fundamentales del Paraguay, sobre todo la
    conservación de su independencia.
    Ésta dependía en gran parte al equilibrio de
    fuerzas entre los dos poderosos vecinos, el Imperio del Brasil y
    la República Argentina. Si ese equilibrio se
    rompía en favor de uno de esos países o si los dos
    se ponían de acuerdo, la independencia
    paraguaya estaría en mortal peligro. En consecuencia el
    gobierno del
    Paraguay proclamó como norte de su política exterior el
    mantenimiento
    del equilibrio en
    el Río de la Plata y su propósito de impedir
    cualquier atentado contra el mismo. La ocasión de hacer
    valer la nueva doctrina se presentó, cuando, con motivo de
    un movimiento
    armado iniciado en el Uruguay en
    1863, intervinieron primero los argentinos y luego los
    brasileños en apoyo de los revolucionarios y el gobierno de
    Montevideo les atribuyó propósitos contrarios a la
    independencia
    uruguaya. López invocó como base de su protesta el
    mantenimiento
    de dicho equilibrio
    político del Río de la Plata, por lo que fue
    vivamente ridiculizado por los "aliados" ( históricamente
    no se había hablado de ninguna alianza) llamándolo
    "equilibrista", ninguno que estudie desapasionadamente los
    acontecimientos políticos que más de una vez han
    agitado a las Repúblicas del Plata, podrá negar que
    allí existe una cuestión de equilibrio
    político. El gobierno de
    Asunción, por la voz del ministro de Relaciones Exteriores
    José Berges declaró, que de ninguna manera
    consistiría el avasallamiento de la autonomía
    uruguaya pues consideraría violatorio del equilibrio del
    Río de la Plata y amenazante para la independencia
    del Paraguay.

    CUESTIÓN DE LÍMITES CON LOS
    PAÍSES VECINOS

    En el año 1862 vencían los plazos de 6
    años fijados por los tratados
    Berghes-Paranhos con el Brasil y Vásquez-Guido con la
    Argentina. No se había podido llegar a un acuerdo
    definitivo sobre la cuestión de los límites con
    ambos países y el entredicho se agrava mediante el
    transcurrir del tiempo. Algunos
    hablaban desembozadamente de una guerra como el único
    medio e salir del punto muerto en que se encontraban las
    negociaciones.

    Los brasileños fundaron las colonias de Dorados y
    Miranda en la margen derecha del Río Apa. Esta zona estaba
    neutralizada por el tratado de 1856.

    En el Río de la Plata los acontecimientos se
    precipitaban rápida y peligrosamente para el Paraguay,
    obedeciendo a combinaciones de intereses políticos en
    pugna en ambas orillas. Los paraguayos exiliados residentes en
    Bs. As. alentaban las pretensiones porteñistas

    como un medio de apoderarse del poder en su
    patria, aún a costa de los grandes sacrificios que
    ineludiblemente acarrea una guerra.

    LA OPINIÓN
    PÚBLICA

    El deterioro de la situación del Río de la
    Plata, en coincidencia con el fenecimiento de los plazos para la
    solución de las graves cuestiones de límites con el
    Brasil y la Argentina llevó a una crisis grave
    en la que la República jugaba su destino. El país
    no fue informado de la situación sino ya al borde de la
    guerra. No hubo ocasión de debatir los problemas,
    pues no existía prensa, tribuna,
    ni parlamento donde la discusión fuera posible. El pueblo
    debía atenerse a la palabra oficial. Dentro del
    régimen estatal, todo pendía del juicio y la
    decisión del presidente. No cabía controvertir
    opiniones, ni escuchar consejos, ni analizar los motivos sobre
    los cuales estaba actuando el gobierno. A nadie
    le estaba permitido el menor reparo. Tampoco había el modo
    de investigar si el Paraguay se hallaba en condiciones de
    afrontar un conflicto
    bélico. Era evidente que, pese a la cuantía
    bélica del ejército, sus armas eran
    anacrónicas, la marina de guerra prácticamente no
    existía, se carecían de jefes y oficiales en
    número suficiente y no estaban organizados los grandes
    servicios de
    estado mayor y
    de administración militar. Pero nadie
    podía señalar las deficiencias ni los errores que
    se pudieran cometer en la conducción diplomática.
    No obstante el pueblo en masa acompañó a
    López en su política.
    Intuía que estaba en juego su
    suerte y que nuevamente era llamado a los cuarteles para defender
    la sagrada causa de la independencia nacional. Se confiaba
    plenamente en el patriotismo y la clarividencia del
    gobernante.

    Aparte de las razones patrióticas, motivos
    psicológicos poderosos guiaron los pasos del Mariscal
    López al rectificar los rumbos de la tradicional
    diplomacia paraguaya. Tenía en alto grado el concepto de
    decoro y de la dignidad nacional. Era como un personaje de
    Calderón, que ponía al honor por encima de todos
    los valores. A
    su juicio, el honor nacional iba a ser menoscabado si se
    seguía aceptando la prescindencia del Paraguay en los
    asuntos del Río de la Plata, que podría afectar
    más o menos directamente, sus más caros derechos. En su discurso al
    pueblo el 16 de setiembre de 1864 dijo: " Será ciertamente
    doloroso interrumpir la larga paz con que el Paraguay ha
    conseguido enriquecerse y progresar; pero cuando esa paz, en
    lugar de proporcionarnos las ventajas que hasta ahora, se
    convierte en un silencio culpable, y en una prescindencia
    degradante ".

    GUERRA DE LA TRIPLE ALIANZA

    • ALGUNOS DATOS SOBRE EL
      EJÉRCITO

    ¿De donde viene el mito de los
    ochenta mil hombres, atribuidos al ejército paraguayo en
    el momento de comenzar las hostilidades?. De considerar como
    parte de ese efectivo, a los urbanos, que carecían de
    preparación militar adecuada, y a los jefes y oficiales en
    situación de retiro, en su mayor parte ancianos que
    sirvieron bajo la dictadura de
    Francia y en
    los primeros tiempos de la presidencia de Carlos A. López.
    El documento siguiente mal interpretado es el origen de dicha
    fábula:

    " Resumen del estado que
    manifiesta la milicia efectiva de las villas y partidos de todo
    el territorio de la República, en el mes de enero de
    1863.

    Servicio activo: Jefes, 22; Oficiales, 373;
    Tropa, 12945.

    Retirados: Jefes, 3; Oficiales, 255; Tropa,
    16482.

    Urbanos: Oficiales, 109; Tropa,
    43846.

    Total: Jefes, 25; Oficiales, 737; Tropa,
    73273.

    ¿Y con qué armas contaba el
    Paraguay al iniciarse la contienda?. Con muy pocas, y casi todas
    anticuadas. La resistencia
    paraguaya pudo prolongarse, pese al bloqueo, gracias a estos
    factores:

    1. La rígida y eficacísima organización del país, que se
      debe al genio fértil y voluntarioso del Mcal.
      López.
    2. La obra inmensa cumplida por los arsenales y las
      fundiciones de hierro con
      los que contaba la nación.
    3. A algunas partidas de armas
      modernas que fueron introducidas al comienzo de las
      hostilidades.
    4. Los botines tomados al enemigo, que nutrieron
      muchas veces los parques paraguayos.

    ASPECTOS ECONÓMICOS

    La Guerra de la Triple Alianza fue una de esas empresas en la
    que todos los socios terminan en la ruina arrastrando consigo a
    la competencia.
    Ostensiblemente, sin embargo sólo el Paraguay
    terminó derrotado en ella. Y eso es incuestionable; es el
    episodio más traumático de toda su historia, fuente
    inagotable de mitología, hagiografía y propaganda
    populista de izquierda, derecha y centro. Los presuntos
    victoriosos de la contienda, Argentina y Brasil – el Uruguay fue
    siempre un socio menor que se limitó a enterrar sus
    muertos luego de las batallas sin recibir siquiera parte de los
    dudosos " premios " – hicieron descomunal sacrificio en la
    búsqueda de un objetivo
    elusivo que se dibujaba progresivamente y que al final
    resultó nimio, pues de la guerra no lograron algo
    inasequible por medios
    racionales. Para apropiarse de los territorios disputados por el
    Imperio no hubo necesidad alguna de embarcarse en una aventura
    bélica para la que nadie estaba preparado, pues el arte de la
    guerra de conquistas es un bien desconocido en la América
    Latina. Además, el valor real de
    los territorios así conquistados por las armas imperiales
    era muy inferior al costo total de la
    deuda externa,
    desequilibrio social, muertos y continuo subdesarrollo.
    Se quedaron los brasileños dueños de las
    inmensidades amazónicas, con miles de hectáreas de
    bosque virgen, omitiendo apropiarse de lo único que
    quizás hubiese justificado el esfuerzo – aunque
    anacrónicamente -, los Saltos del Guaira. Todo el drama
    actual de la deuda impaga e impagable de los brasileños a
    la Banca
    Internacional nació con la Guerra Grande
    condenándose así el país a ser un gigante,
    en potencia muy
    rico, pero realmente mendigo. La Guerra, iniciada por el exceso
    de romanticismo
    ensoñativo de Francisco Solano López, pero
    continuada por la tozudez irracional del Emperador Pedro II,
    terminó devorando a éste y a toda la estructura
    política cuyo eje era su propia persona.
    Terminadas las batallas, el Paraguay seguía siendo bravoso
    al Brasil, pues su ejército de ocupación
    hacía sangría de recursos,
    recibiendo a cambio el
    Imperio el dudoso honor de ser árbitro final de la siempre
    despelotada política paraguaya. Y aún con ese
    ejército, en el momento de tener que recibir
    sanción parlamentaria paraguaya el tratado
    Loizaga-Cotegipe, que concluía la Guerra y afirmaba la
    paz, los brasileños tuvieron que desembolsar oro a fin de
    obtener la aquiescencia guaraní. El Paraguay era en el
    siglo XIX un barril sin fondo para las finanzas
    brasileñas, le costó dinero al
    Brasil hacer la Guerra, le costó dinero lograr
    la paz y le costó dinero
    mantener las ambiciones argentinas a buen recaudo. A cambio de eso,
    el Imperio se contentó con unos kilómetros
    cuadrados de selva virgen. Obviamente, la reputación de
    habilidad y astucia con que muchos se empeñaban en
    revestir a la diplomacia luso-brasileña no fue ganada en
    el Paraguay el siglo pasado. El Paraguay fue un dolor de cabeza
    para el Brasil durante López; y después de
    López todo siguió igual.

    La Argentina ni siquiera logró la
    extensión de territorio que codiciaba, por obra y gracia
    de su "aliado" el Brasil; y su economía, floreciente
    mientras la guerra devoraba productos, cae
    en una profunda depresión
    al finalizar ella, y no se recupera hasta el influjo masivo de
    inmigración europea que la convierte en
    potencia
    económica mundial. Esa era la Argentina proyectada por
    Bartolomé Mitre, el estadista más claro y exitoso
    de toda la historia rioplatense. De todos los contendientes,
    Mitre fue el único que tenía una meta clara, la
    unión y el fortalecimiento del estado argentino bajo el
    liderazgo
    económico e intelectual del puerto de Buenos Aires. Por
    medio siglo a partir de 1870, la argentina "mitrista" obtiene un
    grado de desarrollo
    económico similar al de los más avanzados
    países europeos y es capaz de competir ventajosamente con
    los propios Estados Unidos de
    América
    en la captación de inmigrantes europeos productivos. Desde
    la década del 30 del presente siglo se hicieron cargo de
    la conducción política argentina unos militares
    "nacionalistas" que en medio siglo lograron borrar el desarrollo
    económico y convirtieron al país en uno de los
    líderes mundiales del endeudamiento externo. Así,
    Mitre, acusado de "vender el país a los ingleses",
    realmente lo había convertido en aventajada potencia
    económica mundial y, muy irónicamente los
    nacionalistas con el ejército a la cabeza, que
    decían buscar independizar el país
    económicamente, lo convierten en deudores dependientes de
    la voluntad de los acreedores. La historia de
    Latinoamérica está plagada de éstas
    contradicciones.

    POST-GUERRA

    • ESTADO DEL PARAGUAY

    En la guerra de la Triple Alianza poco faltó para
    que el Paraguay quedara exterminado totalmente. La población, que superaba los 1 300 000
    habitantes antes de la conflagración, quedó
    reducida a apenas 200 000 habitantes de los cuales
    aproximadamente el 10% eran hombres en su mayoría
    niños, ancianos y extranjeros.

    La industria y el
    comercio
    sufrieron un rudo golpe. Los templos y casas particulares fueron
    saqueados cargándose el fruto de la rapiña en los
    barcos brasileños y argentinos surtos en el puerto de
    Asunción.

    En estas condiciones las mujeres debieron empuñar
    el arado para arrancar a la tierra el
    sustento para sus hijos.

    Los primeros hombres que se reintegraron a la patria de
    la post-guerra, fueron los excombatientes que escaparon con vida
    de la contienda bélica, los que durante el conflicto
    permanecieron en el extranjero o vinieron con los aliados
    perteneciendo a la Legión Paraguaya y los que estaban
    estudiando becados en Europa al
    iniciarse la guerra y no pudieron entrar al país por esta
    causa.

    La guerra devastó el Paraguay en una medida
    desconocida en los tiempos modernos. De la nación
    floreciente de la época de los López sólo
    restaron ruinas y escasos sobrevivientes. Destruida la riqueza
    pública y privada, desaparecidos los organismos
    jurídicos y culturales, reducida la población a su mínima
    expresión, todo había que hacer nacer de nuevo. La
    inmensa desgracia paraguaya despertó la compasión
    mundial, pero ésta no se tradujo en ningún socorro
    al infortunio. El pueblo paraguayo quedó entregado a sus
    propias y decaídas fuerzas, y para peor los vencedores le
    abrumaron con una fabulosa deuda de guerra superior a la que
    Alemania
    impuso a Francia
    después de la guerra de 1870. La parte más dura de
    la gigantesca empresa de
    resucitar a la patria recayó sobre las mujeres; se
    hicieron agricultoras, comerciantes, industriales, y crearon un
    género de sociedad
    poligámica, revivencia forzada de las costumbres del siglo
    XVI, que permitió al Paraguay reponer rápidamente
    sus pérdidas demográficas. En esta nueva etapa, la
    ocupación principal de los hombres fue la política,
    que absorbió gran parte de sus actividades, aunque
    también dedicaron energías a la
    reconstrucción económica y a la
    reorganización cultural, con no escasos frutos.

    CONSECUENCIAS DEMOGRÁFICAS
    SOCIALES DE LA GUERRA DE LA TRIPLE ALIANZA

    Las consecuencias demográficas y sociales de la
    Guerra de la Triple Alianza basadas en un estudio realizado por
    la historiadora norteamericana Bárbara Ganson de Rivas en
    su libro nos dice que la Guerra de la Triple Alianza fue costosa
    y sangrienta para todos los combatientes, especialmente para el
    Paraguay que perdió más de la mitad de la población. Para 1870 el Paraguay fue una
    tierra de
    mujeres, niños e inválidos; un país sin
    hogar y en desesperación.

    Durante mucho tiempo ha
    predominado un desconocimiento respecto de las consecuencias
    demográficas y sociales de la Guerra de la Triple Alianza
    en el Paraguay. Muchos historiadores han hecho suposiciones,
    presentando cifras muy elevadas, provenientes de las estimaciones
    hechas por los viajeros extranjeros que publicaron sus memorias de la
    guerra y que es muy dudable puedan tener mucha exactitud, por lo
    tanto para medir los efectos demográficos y sociales de la
    guerra, la única fuente histórica que tenemos es el
    censo de 1886, el primero de post-guerra, concluido durante la
    presidencia del Gral. Patricio Escobar bajo la dirección de la Oficina General
    de Estadísticas. Por otra parte, hay un censo
    de 1846 hecho durante la época de Don Carlos que es muy
    interesante y sirve para comparar con este primero de
    post-guerra.

    El censo de 1846 es el único hecho después
    de la independencia. De acuerdo con éste, había
    238.862 habitantes en el Paraguay. Es probable que los
    difíciles accesos a los puntos más distantes del
    país haya hecho que estas estadísticas no reflejen con exactitud la
    cantidad total de habitantes del Paraguay. Surge evidente en el
    censo de 1886 que habían tres paraguayas mayores de 30
    años por cada varón, más no la
    proporción de diez a uno, como han afirmado algunos
    historiadores. Ese desequilibrio entre los sexos de todos modos,
    constituye un hecho sin precedente en la historia
    latinoamericana, y debe haber reforzado el rol central de
    la mujer en
    la familia
    paraguaya, creándose así, de hecho, una sociedad de tipo
    marcadamente matriarcal, que hasta hoy es distintivo en el
    Paraguay.

    Los pocos extranjeros que llegaron en el Paraguay, en
    las décadas de post-guerra, casi todos se casaron con
    paraguayas. La gran mayoría de los inmigrantes eran
    hombres de 20 a 40 años de edad. Debido a la guerra y a
    los pocos casamientos, el número de hijos naturales
    creció en relación a la población total.

    A pesar de los cambios demográficos producidos
    por la guerra y los grandes sacrificios de la mujer
    paraguaya, durante la misma hubo pocos cambios en su
    posición o status en la vida paraguaya de la post-guerra.
    Las campesinas conservaron su rol predominante en la agricultura.

    No se alteran las costumbre de antes, a pesar de la
    Guerra de la Triple Alianza. Las costumbres en el Paraguay eran
    comunes y extendidas a todos los estamentos sociales y
    había actuado como un nivelador nacional; a lo que se
    unía la gran solidaridad que
    las vicisitudes históricas habían creado. Las
    familias que llegaron a diferenciarse sin conformar un sistema
    aristocrático, reconocían razones para ello, en las
    tradiciones de los apellidos, en una mejor educación o cultivo
    de la inteligencia y
    sólo accesoriamente en causa de recursos
    económicos.

    Así se fue constituyendo un grupo social
    que a través de la educación o de la
    moda, se
    apartaron de las viejas costumbres populares.

    CONCLUSIÓN

    Es suficiente una ojeada al terreno que hemos atravesado
    en esta investigación de los orígenes de la
    Guerra del Paraguay, para demostrar la inmensa complejidad de las
    fuerzas en juego. Lo que
    surge más claramente, es el hecho que la guerra
    germinó en la inestabilidad política y
    económica de los estados de Río de la Plata en este
    período de la historia sudamericana. Los factores
    inciertos y cambiantes fueron la Argentina, el Uruguay y en
    menor grado, el Brasil. En un país de trayectoria tan
    accidentada como el nuestro menester es admitir a Francisco
    Solano López como expresión acabada de una
    visión histórica anacrónica, pero no por eso
    extraña. Inaceptable también nos resulta la
    pintura
    paradigmática de su actuación realizada con
    exclusivos fines de acercarse o alejar a otros del poder
    político. López es un patrimonio a
    ser heredado sin reproches ni ditirambos. Incluso, ya para la
    contradictoria Latinoamérica resulta un abuso
    semántico tener villanos identificados por decreto
    ejecutivo o héroes impuestos por
    coacción políticas.
    López vive en el recuerdo y no debe su memoria migrar al
    campo de la vida cotidiana. SU ROL COMO SIMBOLO ES IMPERECEDERO,
    SU ACTUACION HISTORICA NO LO FUE.

    Por último quisiera agregar que la Guerra de la
    Triple Alianza fue una de esas empresas en que
    todos los socios terminan en la ruina arrastrando consigo a la
    competencia.
    Ostensiblemente, sin embargo sólo el Paraguay
    terminó derrotado en ella. Y eso es cuestionable, es el
    episodio más traumático de toda su historia. Los
    presuntos victoriosos de la contienda, Argentina y Brasil – el
    Uruguay fue un
    socio siempre menor – hicieron descomunal sacrificio en la
    búsqueda de un objetivo
    elusivo que se dibujaba progresivamente y que al final
    resultó nimio, pues de la guerra no lograron algo
    inasequible por medios
    racionales.

    HIPOTESIS

    El Mariscal Francisco Solano López no estaba en
    condiciones de intentar llevar adelante una guerra ofensiva
    contra los tres países de la Triple Alianza (Argentina,
    Brasil y Uruguay).

    OBJETIVOS

    • Investigar datos sobre los
      motivos que originaron la Guerra de la Triple
      Alianza.
    • Analizar las consecuencias que dejó la guerra
      al Paraguay.
    • Describir como el Mariscal López llevó
      a cabo la Guerra.
    • Recopilar opiniones sobre el Mcal. López de
      distintos escritores.

    INDICE

    PAG:

    • Introducción 1-2
    • Hipótesis y
      Objetivos 3
    • Francisco Solano López 4-9
    • Semblanza de su personalidad 10
    • Ideología política del nuevo
      presidente 11-12
    • Gobierno 13-14
    • Antecedentes de la Guerra 15-16
    • La Doctrina del Equilibrio 17-18
    • Cuestión de límites e/ países
      vecinos 19
    • Opinión Pública 20-21
    • Guerra de la Triple Alianza 22-23
    • Aspecto Económico 24-26
    • Post-Guerra 27-28
    • Consecuencias demográficas y
      sociales 29-31
    • Conclusión 32
    • Bibliografía 33
    • Anexos 34-36

    BIBLIOGRAFÍA

    • Horton Box, Pelham "Los orígenes de la
      Guerra del Paraguay contra la

    Triple Alianza". Editorial La Colmena,
    Asunción,

    1936.

    • Cardozo, Efraim "Apuntes de Historia Cultural
      del Paraguay" Editorial

    Litocolor, Asunción, 1985, págs.:
    271-292

    • Ganson de Rivas, Bárbara "Las
      Consecuencias demográficas y sociales

    de la Guerra de la Triple Alianza"

    Asunción – Paraguay, 1985.

    • O´Leary, Juan E. "Historia de la Guerra
      de la Triple Alianza" Asunción-

    Paraguay, 1992.

    • Vascosellos, Victor Natalicio "Lecciones de
      Historia Paraguaya"

    Editorial Comuneros, 1983, págs.:
    162-189

    • Centurión, Juan Crisóstomo
      "Memorias o
      Reminiscencias Históricas s/

    la Guerra del Paraguay" Editorial Salesiana,
    1987.

    Esteban Rodrigo
    Federico

    Acevedo Brambilla
    Luccini

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