Gerencia pùblica y economìa informal
INTRODUCCIÓN La microempresa establece hoy en día
centro de la atención oficial, académica,
mediática y individual, como expresión de la
iniciativa individual, familiar, grupal o comunitaria que frente
al complejo entramado de transformaciones y el replanteamiento de
las relaciones de poder entre el capital privado, el Estado y la
sociedad civil en el terreno del mercado, ha desarrollado su
presencia, rol e influencia, a la hora de estudiar las nuevas
instintos de desarrollo empresarial, o de diseñar
políticas de crecimiento económico a fin de
reforzar el tejido industrial y productivo de una sociedad. Esta
está vinculada la economía informal y el reciente
beneficio que su existencia y esparcimiento en Venezuela ha
suscitado, plantea una variedad de interrogantes en torno no
sólo a su fisonomía y confusión como
fenómeno que excede las barreras de lo meramente
económico para involucrar variables institucionales,
históricas, sociales y culturales, sino su evidente
interconexión con la irrupción de las
microempresas, como realidad conceptual y práctica, en el
escenario productivo mundial, nacional y regional.
El Estado en las Políticas Públicas, que hostiga
atender determinada insuficiencia social o solventar una
situación problemática, irradian en su
diseño, elaboración y ejecución no
sólo la finalidad formal o declarada de atacar una
realidad determinada, sino que muchas veces contribuyen elementos
de juicio sobre la concepción, valoración o postura
ideológica de quienes desde el gobierno, perciben y
entienden de una forma específica dicha realidad, y de
quienes equivalentemente en el plano operativo, las emplean
INTRODUCCIÓN
En la Globalización uno de los instrumentos más
visibles, en el ámbito económico, administrativo y
empresarial, es la acontecimiento de una nueva arquitectura
organizativa que, obteniendo ciertas características de la
tradicional noción de “empresa” y desde
ámbitos mucho más específicos y populares,
participa en la libre oferta y solicitud de productos y
servicios, en mercados marcados cada vez más, sobre todo
en Latinoamérica y Venezuela, por la recesión y la
contracción económica, junto a los dominantes de la
competitividad y la eficiencia gerencial
INTRODUCCIÓN
La Crisis económica en Venezuela venezolano y a su
naturaleza histórico-estructural, es hoy un lugar habitual
que debe sortear los ensayos por ahondar en sus causas, a objeto
de alcanzar un conocimiento más concluido y
científico en lo atinente a su persistencia y
complicación. Abarca Numerosos ámbitos y cuya
entera determinación excede los objetivos del presente
trabajo, es beneficio del agotamiento de un modelo de desarrollo
económico rentístico-petrolero, del complejo
replanteamiento de las relaciones de poder entre el Estado, el
capital y el resto de los actores sociales, así como a la
difícil concreción de la estabilidad
política y la independencia institucional que en la
dialéctica histórica venezolana PLANTEAMIENTO DEL
PROBLEMA
El ambiente de ingobernabilidad y de abandono de consensos que ha
marcado el conjunto de reformas políticas, legales e
institucionales iniciadas a partir de 1998 con el aumento al
poder de Hugo Chávez Frías, y la
promulgación de un nuevo Texto Constitucional en 1999,
producto de una Asamblea Nacional Constituyente, han signado
innegablemente el clima económico y el cometido de los
principales indicadores macroeconómicos y micro sociales
de la estructura productiva nacional, soberanamente de la
evaluación que pueda realizarse sobre la gestión
gubernamental del Presidente Hugo Chávez. En el contexto
de un desapego entre el liderazgo empresarial del país y
el Poder Ejecutivo, y de la poca continuación de la
política económica oficial, la escena
económica venezolana exhibe un proceso de
descapitalización progresiva, desinversión y
contracción generalizada de la producción en sus
distintas secciones y linajes de actividad. PLANTEAMIENTO DEL
PROBLEMA
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Más allá de las conceptualizaciones y enfoques
hipotéticas e ideológicas existentes alrededor de
la economía informal y su progresivo presencia en
relación a un disminuido sector formal o moderno del
aparato productivo, junto a la invasión de los llamados
“buhoneros” en las aceras y vías
céntricas de las principales ciudades del país como
expresión más palpable más no exclusiva de
la informalidad Se ha convertido en un fenómeno complejo
cuyas implicaciones prevalecen los cláusulas superficiales
de lo laboral o lo económico para hundirse en
raíces causales que atenderían a aspectos como la
naturaleza de la intervención estatal en la
economía, las características y problemas
estructurales del tejido productivo nacional y a la cultura e
instituciones de la sociedad venezolana. PLANTEAMIENTO DEL
PROBLEMA
La misma determinación de “economía
informal” traería consigo la predisposición
hacia una visión parcial del fenómeno, entre
quienes han planteado una terminología que refiere, con
calificativos quizá menos excluyentes, a una
“economía social”, “solidaria”,
“alternativa”, “popular” o
“asociativa”, lo cual ilustra la ausencia de un
consenso generalizado y absoluto sobre esta novedosa tendencia.
De hecho, la profusión de adjetivos denotaría la
poca claridad conceptual y los distintos matices
ideológicos o políticos en torno a la
economía informal. ECONOMIA INFORMAL
MICROEMPRESAS La microempresa surge como instancia organizativa
de primer orden en la economía latinoamericana y,
particularmente la venezolana, abarcando la mayoría de las
pequeñas unidades de producción en
proporción a las de escala mediana o grande. Sus
características o rasgos definitorios fundamentales
(naturaleza familiar, escaso capital, mano de obra intensiva,
gerencia rudimentaria, ausencia de formalidad jurídica,
entre otros) tienen una lógica conexión con la
noción de informalidad, en el plano no sólo
teórico sino histórico.
MICROEMPRESAS
CARÁCTER PETROLERO “El carácter petrolero de
la economía venezolana es lo que explica, en principio, el
tardío impacto de la crisis mundial capitalista en el
interior de nuestra estructura económica. Mientras la
economía mundial entra en crisis a finales de la
década de los 60, agravada con el aumento de los precios
del petróleo en 1973, Venezuela conoce los primeros
efectos de la crisis en 1978-79, es decir, casi diez años
después.
Sin embargo, hay que mirar el período anterior (1973-1978)
para encontrar las raíces más inmediatas de la
crisis. Allí encontramos como primer aspecto, la bonanza
económica que sigue al auge inusitado de los precios
internacionales del petróleo, el incremento inicialmente
inexplicable de la deuda externa venezolana, el crecimiento del
Gasto Público y, en lo fundamental, los desajustes
financieros que harán explosión en 1978
paralelamente a la política de “frenazo”
impuesto por el gobierno de Herrera Campins.”
VIERNES NEGRO EN VENEZUELA “Después del Viernes
Negro de 1983, la tasa de empleo informal no ha bajado del
treinta y ocho por ciento; en 1994 subió al cincuenta por
ciento, manteniéndose alrededor de este nivel desde
entonces. El desempleo abierto, vale decir, la proporción
de la fuerza de trabajo que está desocupada y buscando
empleo, ha oscilado entre un mínimo de seis por ciento (en
1993) y trece por ciento (en 1984). Sumando el desempleo y empleo
informal resulta que apenas el cincuenta por ciento,
aproximadamente, de nuestra fuerza de trabajo ha contado con un
empleo desde 1983, y menos del cuarenta por ciento, desde
1993.”
Frente a la agudización de la crisis
económico-institucional venezolana, y a la ausencia o
ineficacia de políticas estratégicas que abordaran
el fenómeno, cierta clase política asumió
quizá a la informalidad como un “mal
necesario”, o como un sector que, ante el aumento de las
cifras de desempleo, servía de vía de escape o
“colchón” para atenuar el fuerte golpe de la
pobreza y la inexistencia de oportunidades educativas o
laborales.
Tal tesis es compartida por Hernández (1993): “El
sector de la Economía Popular, a través de las
estructuras microempresariales ha evitado que el desarrollo de la
crisis se convierta en un hecho de una mayor gravedad para los
sectores populares. Gracias a este sector, un grueso
número de personas continuó percibiendo
algún tipo de ingresos, a pesar de haber salido de los
sectores de la economía formal (…) La microempresa
funcionó como un instrumento de los sectores populares
para el “rebusque”.
Sub ECONOMÌA POPULAR EN LA CONSTITUCIÒN DEL 1999 La
Constitución aprobada en Diciembre de 1999, como el
resultado normativo de un proceso constituyente y del
cumplimiento, en alguna medida, de la promesa electoral e
ideológica de Hugo Chávez, consagra el apoyo del
Estado a las nuevas tendencias organizativas en el ámbito
de la denominada economía social.
La Carta Magna, en su artículo 308, (Capítulo I
“Del régimen socioeconómico y la
función del Estado en la Economía, del
Título VI, “Del Sistema
Socioeconómico”) establece que “el Estado
protegerá y promoverá la pequeña y mediana
industria, las cooperativas, las cajas de ahorro, así como
también la empresa familiar, la microempresa y cualquier
otra forma de asociación comunitaria para el trabajo, el
ahorro y el consumo, bajo régimen de propiedad colectiva,
con el fin de fortalecer el desarrollo socioeconómico del
país, sustentándolo en la iniciativa popular. Se
asegurará la capacitación, la asistencia
técnica y el financiamiento oportuno”.
ECONOMÌA POPULAR EN LA CONSTITUCIÒN DEL 1999
(Gp:) Sin embargo, el clima de enfrentamiento político
entre el gobierno nacional y el sector empresarial privado, junto
a sectores sindicales y opositores, plantean la posibilidad o
sospecha, de acuerdo al discurso oficial, en el sentido de la
utilización de este instrumental normativo-presupuestario
con fines demagógicos, electorales y, más que al
apoyo a la economía informal o popular, al
desestímulo de la iniciativa privada a gran escala.
ECONOMÌA POPULAR EN LA CONSTITUCIÒN DEL 1999
PLANIFICACIÒN, ACCIÒN Y CONCEPCIÒN
ECONÒMICA RECIENTE DEL ACTUAL GOBIERNO Al evaluar los
planes y acciones del gobierno actual en el plano
económico, se puede percibir ciertamente la continuidad de
una línea de atención hacia la economía
social, consagrada ya en la constitución de 1999, y en
diversos planes y programas diseñados y aplicados por el
Poder Ejecutivo. No obstante, es posible identificar la
existencia de debilidades y fallas en la actual
planificación económica, que estarían
atentando contra la efectividad y solidez de la política
pública dirigida al sector económico en general, y
al ámbito de la economía social y a las
microempresas en particular. En el documento informativo
“Líneas Generales del Plan de Desarrollo
Económico y Social de la Nación
2001-2007”
Al estudiar el desglose de estos equilibrios o ejes de
acción en objetivos, estrategias, subobjetivos,
subestrategias, se nota sin embargo la carencia de acciones que
involucren a las grandes compañías o sectores
industriales, una relativa generalidad en los enunciados,
duplicidad de objetivos y la simple enunciación de
intenciones, sin las metas o indicadores correspondientes. (…)
Se vive un proceso de transición, que no es obra de
Chávez, sino de un país que viene desde mucho antes
clamando por un cambio de esquemas. Si bien es cierto que hay
necesidad de un nuevo modelo económico, esta estrategia
está por definirse. La actual administración tiene
algunos hechos que vislumbran un nuevo modelo: por ejemplo, el
énfasis en la pequeña y mediana industria, las
microfinanzas y el mejoramiento de las condiciones de vida de los
marginados. (Subrayado del autor. Diario El Nacional,
23-01-2002). Domingo Maza Zavala, expresaba en Enero de 2001 lo
siguiente:
Francisco Rodríguez, director de la Oficina de
Asesorìa Económica y Financiera de la Asamblea
Nacional, expone algunas consideraciones: (…) Mientras en 1998
el servicio de la deuda pública total representaba apenas
4,7% del PIB, para 2002 llegó a alcanzar 8,7% del PIB. Una
de las causas del aumento del saldo y costo de la deuda es el
manejo desacertado y poco justificable de la política de
endeudamiento de la nación que se comienza a manifestar a
partir del año 2002. Esta ha estado marcada por el
deterioro progresivo de la transparencia, llevando a operaciones
cuyo beneficio para la Nación es cuestionable. (Subrayado
del autor. Diario El Nacional. “La política de
endeudamiento público en Venezuela”. 23-06-2003).
Estos hechos, llevaron probablemente al Banco Central de
Venezuela, a advertir en documento enviado a la Asamblea Nacional
contentivo de observaciones del instituto emisor sobre la reforma
de la Ley General de Bancos, que instituciones como el Banco del
Pueblo y el Banco de la Mujer en realidad no son bancos,
entendiendo como bancos a entidades que reciben depósitos
y otorgan créditos.
Se señalaba además, que “lo más
lógico es modificar esas instituciones en fondos de
asistencia crediticia y conservar intacta la norma de que toda
entidad debe estar regida por la Ley General de Bancos. Es
altamente peligroso que instituciones que potencialmente pueden
recibir depósitos del público estén en una
especie de limbo regulatorio y de supervisión.” Ello
conforma un cuadro en el que se reflejaría la relativa
premura o improvisación, por parte del Estado, en la
organización jurídico-administrativa del Sistema
Microfinanciero, con las lógicas consecuencias en la
dilapidación o uso poco eficiente de los recursos
dirigidos a la asistencia crediticia de sectores populares.
Situación del estado Lara Vale destacar en el estado Lara,
la presencia de organizaciones comunitarias, cooperativas y de
acción social con una amplia trayectoria en el trabajo
social y en la conformación de redes productivas, en el
caso de CECOSESOLA y las Ferias de Consumo Familiar, así
como otras organizaciones no gubernamentales, que reflejan la
existencia de elementos culturales, y de un perfil
económico de la entidad, con vocación
agroindustrial y especialmente comercial, propicio para la
actividad cooperativa, comunitaria y microempresarial. En este
contexto, instituciones como FUNDEME y FUNDAPYME, vinculadas
administrativamente a la Gobernación del Estado Lara y
dedicadas al apoyo financiero a microempresarios, sin incluir a
otras organizaciones no oficiales presentes en la entidad,
conforman un escenario institucional propicio para analizar la
opinión de gerentes públicos responsables en
ésta área de actuación en torno a la
economía informal, a objeto de proveer insumos para una
reflexión seria y sistemática de las
políticas microempresariales, su diseño, valores e
impacto, en el marco de la actual coyuntura nacional.
Objetivos de la Investigación La finalidad e
intención que se persigue al efectuar la presente
investigación, se expresa y resume en los siguientes
objetivos: Objetivos General Establecer la relación entre
la opinión de gerentes y funcionarios públicos
sobre la economía informal, y las políticas de
apoyo, estímulo y financiamiento a las microempresas del
Estado Lara. Objetivos Específicos 1) Analizar el marco
legal e institucional vigente en materia de apoyo a la
Economía Social y a las Microempresas, así como la
gestión gubernamental reciente dirigida a dichos sectores.
2) Examinar la opinión de los actores y responsables
institucionales oficiales en las áreas de apoyo a las
micro, pequeñas y medianas empresas sobre la
economía informal. 3) Establecer el nivel de influencia de
los valores, juicios y percepciones reflejadas en la
opinión de gerentes públicos sobre la
economía informal y las microempresas, en la
administración de las políticas dirigidas al sector
microempresarial del Estado Lara.
Justificación La economía informal, o los
múltiples adjetivos que denotan su complejidad y el
difícil consenso teórico que gira a su alrededor,
constituye una realidad inocultable y presente en los
países en vías de desarrollo, en América
Latina y muy particularmente en Venezuela. La permanencia y
prolongación de un cuadro recesivo, inflacionario, y de
incremento del índice de desempleo, por señalar
solo algunos de los diversos factores económicos que
intervienen en su existencia, y su reciente agudización
como nunca antes en la historia del país, indican aparte
de su expansión como sector económico, una
presencia e implicaciones en todos los órdenes que
persistirá durante algún tiempo, y que ameritan por
tanto un estudio detallado.
Alcance Los funcionarios, gerentes y empleados a consultar y a
encuestar pertenecen a instituciones públicas cuyo
funcionamiento o razón de ser tiene que ver directamente
con el sector microempresarial y la economía informal, Se
visitarán las sedes de instituciones ubicadas en la ciudad
de Barquisimeto, municipio Iribarren, capital del Estado, en el
cual se concentra la mayor parte de la población
atendida.
Antecedentes Parece existir un consenso generalizado en la
literatura consultada, en el sentido de atribuir la noción
de “informalidad” a las investigaciones auspiciadas
por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a
través de la labor realizada por Keith Hart hacia fines de
la década de 1960, dirigida a estudiar los mercados
laborales urbanos en África.
Antecedentes Portes (2000), Hart postuló un modelo
dualista de oportunidades de ingresos de la fuerza laboral
urbana, apoyado en su mayor parte en la distinción entre
empleo y autoempleo. El concepto de informalidad se aplicaba a
los autoempleados. Hart enfatizó el notable dinamismo y la
diversidad de estas actividades que, en su opinión,
trascendían con mucho a los limpiabotas y los vendedores
de fósforos Una vez que se fueron agudizando los problemas
económicos y sociales y el empobrecimiento de crecientes
masas humanas, se conformaría el territorio concreto y
real objeto de la discusión sobre la
“informalidad”, y en cierta forma, sobre la
noción de “marginalidad.”
Quijano (1998) describe acertadamente el panorama de la
región latinoamericana de la época: Aquello ocurre
en todo el orden capitalista mundial, pero sobre todo en las
áreas donde la heterogeneidad histórico-estructural
es más acusada, por el nivel “subdesarrollado”
del capital. En tal perspectiva, el continuo crecimiento de una
población sin empleo e ingresos salariales estables, no
proviene del pasaje de una sociedad tradicional a otra moderna.
Es un fenómeno producido por las propias tendencias
globales del capital, cuyos efectos sobre la población
trabajadora se ejercen en todo el universo capitalista, pero que
se agravan en las condiciones de una sociedad
“dependiente” (…) donde el rasgo sobresaliente era,
y todavía es, el desencuentro permanente entre sus normas
y valores “formales” y sus prácticas sociales
reales. Antecedentes
Antecedentes Aunque dicha investigación comprende un
análisis estadístico y macroeconómico de la
economía informal en el estado Zulia, es conveniente
resaltar lo afirmado por Valente y otros (2002) A nivel
micro, la informalidad está vinculada a las estrategias de
inserción laboral de los grupos domésticos ante
situaciones de carencias educativas, desempleo, subempleo y/o
bajas en los niveles de ingreso familiar; así como
también a formas “tradicionales” de
organización social de la producción que no
responden a la lógica de maximización de la
ganancia sino más bien a garantizar los bienes que
permiten la manutención y desarrollo de la familia.
LA ECONOMIA POPULAR URBANA
(Gp:) Es evidente la diversidad conceptual y la heterogeneidad de
posturas y enfoques que intentan indagar en dichos constructos
teóricos, esto es debido al carácter no tan
novedoso de la informalidad y la actividad microempresarial en el
ámbito latinoamericano. En la opinión de Barrantes
(1997) el Sector Informal Urbano (SIU) fue definido no por lo que
es y tiene, sino, por lo que no es: lo no estructurado, lo no
formal, lo no rentable, lo no estético, lo no legal, lo no
legítimo; y por lo que no tiene: capital, razón,
organización, educación y, antes de El Otro Sendero
(De Soto, 1987), espíritu neolibreempresarial BASES
TEÒRICAS
Por otro lado es preciso señalar, que el debate actual
sobre el desarrollo económico, la Tercera Vía, y la
edificación de modelos de crecimiento socio-productivos
que superen las deficiencias, exclusiones y efectos perniciosos
ocasionados por la aplicación de las políticas de
“shock” de corte neoliberal propugnadas por el FMI y
el BM en América Latina en años recientes, ha
incorporado como tema de la agenda pública la emergencia
del denominado Tercer Sector, ámbito nebuloso que agrupa a
las organizaciones que no pertenecen al espacio del mercado, pero
que tampoco encajan en las dimensiones y lógica de
funcionamiento de la acción estatal.
ENFOQUES SOBRE LA INFORMALIDAD Enfoque Neoliberal: Identifica a
Hernando de Soto como su máximo exponente. Esta corriente
entiende a la Economía Informal como una serie de
actividades de producción extralegales pero
lícitas, que se deben a la excesiva carga de regulaciones
impuestas por el Estado, además a su ineficiencia, por no
proveer los recursos y medios necesarios para que las empresas
registren sus funciones, debido al exceso de trabas
burocráticas y administrativas
Enfoque Neomarxista: Según este enfoque, las grandes
industrias con la finalidad de disminuir sus costos de
producción utilizan la subcontratación de
trabajadores de pequeñas empresas, convirtiéndolos
en asalariados encubiertos del Sector Formal. Considera que el
Sector Informal, al estar subordinado a las necesidades de
acumulación de capital, no tiene posibilidad alguna de
desarrollo autónomo. Es decir una vez superada la crisis,
la economía experimentará períodos de
crecimiento, ocasionando así una reincorporación de
la población al sector formal.
Enfoque del Programa Regional de Empleo para América
Latina y el Caribe (PREALC): Este programa que depende de la OIT,
define al sector informal como excedente de fuerza de trabajo
producto de la incapacidad de absorción de mano de obra
por parte del sector formal, haciendo referencia a la incapacidad
estructural de la economía capitalista moderna de nuestros
países de generar los ingresos monetarios que las personas
requieren, y el tipo de desarrollo tecnológico que
privilegia las técnicas intensivas de capital, por lo que
surge la economía informal como respuesta a las
necesidades de un grueso sector de la población que por
obligación o por voluntad se auto genera empleo, para su
subsistencia y la de su familia, asumiendo la renuncia a los
beneficios económicos del sistema de seguridad social,
ofrecido por el sector formal. Este enfoque resalta el efecto
positivo que este sector tiene en relación a la
generación de empleo y producción, si es apoyado a
través de políticas específicas.
Enfoque Alternativo o de Economía Popular: Este enfoque es
apoyado por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y
el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), y
hace mención a las diferentes estrategias de sobrevivencia
que son capaces de implementar los pobres para auto generarse
empleo e ingresos, realizando para ello actividades
económicas de pequeña escala que sirven para
satisfacer sus necesidades ante la inflación y las altas
tasas de desempleo. Su principal exponente, Luís Razeto
Negliaro, indica que de esta forma los sectores populares
constituyen formas alternativas de empresas creando un modo
especial de hacer economía dentro del sistema
económico global, a la cual se puede denominar
Economía Popular.
Con la realización del presente trabajo se desea lograr
una postura teórica que combine o vincule los
planteamientos básicos del enfoque defendido por la OIT, a
través del PREALC, y la tesis del enfoque de la
Economía Popular, esbozado por el PNUD, de esta manera nos
permitiremos tener una visualización del fenómeno
que permita edificar, con base a las particularidades de la
realidad venezolana, una elaboración conceptual que
sistematice la esencia de un ámbito altamente
estructurado.
ESTA PRESENTACIÓN CONTIENE MAS DIAPOSITIVAS DISPONIBLES EN
LA VERSIÓN DE DESCARGA