fantasmas escolares
TONI: -¡Uaaah!- (bostezo ella ruidosamente).
ALFREDO: - ¡Toni! ¡Tapate la boca! (la regaño Alfredo) Hola querida Antonia .
TONI: -¡Hum!
NARRADOR: Miraron a su alrededor y su desconcierto fue mayor.
TONI: -¡Oye Alfredo todavía estamos en la escuela!-
ALFREDO:-¡Santo dios!-
NARRADOR: Toni y Alfredo estaban muy asustados. Estaban solos en el salón de clases del 5”A”, sentados en la última banca de la fila junto a la ventana.
TONI: -¡Qué horror!
ALFREDO: - ¡Es una pesadilla!-.El sol brilla y nosotros aquí en la escuela.
NARRADOR: A penas podían creerlo, de , de tan horrible que aquello les parecía.
TONI: -Quizás es solo un mal sueño. ¡Pellízcame! –
NARRADOR: Alfredo …ver más…
TONI: - Lo mismo creo yo. Tal vez tienes razón y sólo estén aquí para festejar algo.
ALFREDO: - ¡Participemos en la fiesta! Hermanita, es la primera vez que vemos niños humanos. Se cuentan cosas sorprendentes sobre ellos. Y además, ellos tampoco nos han visto nunca.
TONI: - ¡shhht!
NARRADOR: Seguían entrando niños en el aula y de pronto sonó la campana de la escuela.
ALFREDO: - ¡Que sonido tan desagradable para mis oídos tan musicales!
TONI: - Deberíamos embrujar ese sonido repugnante. ¡Eh! ¿Y si la magia no sirve de día?
ALFREDO: - Probemos
NARRADOR: - Muy juntos se concentraron en el ruido de la campana. Luego, al mismo tiempo, ambos movieron tres veces sus orejas, parpadearon tres veces, hicieron tronar sus dedos y apuntaron hacia el altavoz. El ruido cesó. Se oyó un largo y profundo “Miau”, seguido de un horrible bufido. Pesadas cadenas sonaban cada vez más con mayor fuerza. Para terminar, se oyeron quejidos lastimeros y un castañeteo de dientes.
ALFREDO: -¡Formidable! La magia también funciona de día. En verdad sonó bien.
TONI: - ¡Condenadamente bien!
ALFREDO: - ¡Antonia! ¡Qué palabras! (la reprendió)
TONI: - Gracias.
NARRADOR: - Todos los niños con la mirada en el altavoz, estaban sorprendidos.
FRANCISCO: - ¡Que tétrico! (dijo temeroso)
NIÑA: A mí me pareció bellamente macabro
NARRADOR: La niña y los demás niños se pusieron a imitar los ruidos. Bufaron y castañetearon sus dientes, se quejaron y gimieron y