El Grupo Pascual tiene una planta de procesado de zumo de naranja en un pueblo de Córdoba. La fábrica se surte de las naranjas de la localidad, con cuyos plantadores mantiene acuerdos estables y duraderos. Con las heladas de hace unas semanas, la cantidad de fruta descendió mucho, y las previsiones de la empresa corrían peligro. Sin embargo, lejos de dar la espalda al pueblo en el que se implanta, Pascual prefirió apostar por él y esperar a recolectar toda la fruta que pudiera (con el coste que ello le suponía) en lugar de importarla del extranjero. Su argumento fue que era consciente de la importancia que tenía la empresa para el municipio, y los perjuicios que causaría entre los agricultores actuar de esa manera.
Este es un ejemplo de …ver más…

Aprovechando el periodo navideño, cuando suele haber mayor permisividad administrativa dada la naturaleza de esas fechas, un distribuidor creó su pequeña empresa. Comprendiendo que aunque estamos en época de crisis todos tenemos derecho a disfrutar de la Navidad, este empresario adecuó sobriamente una nave industrial para convertirla en un negocio mitad autoservicio mitad mercadillo.
El suelo del local, sin recubrir, y la zona terrosa destinada a parking evidenciaban su carácter transitorio. La carencia de aseos sólo provocaba que un inoportuno apretón diera por finalizada de forma brusca la visita de algún que otro cliente. La carencia de hojas de reclamaciones trasladaba al visitante a realidades de otras épocas… Y aun así, a pesar de estos “peros”, las aglomeraciones se sucedían día a día; especialmente, como es comprensible, los fines de semana y festivos.
La receta es bien sencilla: todos los bienes comestibles que hasta entonces se desechaban desde su origen por no reunir las condiciones mínimas de consumo (y que por tanto no cubrían siquiera su coste), los compra este empresario a un precio “simbólico” de diez, quince, veinte céntimos el kilo. Luego los oferta en su mercadillo a cuarenta, cincuenta, sesenta céntimos… Aparentemente gana el agricultor, el intermediario y el consumidor. Al menos, en lo que a dinero se refiere.
Al tener espíritu de mercadillo, el lugar da también cabida a