Miraba la mar la mal casada, que miraba la mar cómo es ancha y larga.

Descuidos ajenos y propios gemidos tienen sus sentidos de pesares llenos. Con ojos serenos la mal casada, que miraba la mar cómo es ancha y larga.

Muy ancho es el mar que miraban sus ojos, aunque a sus enojos bien puede igualar. Mas por se alegrar la mal casada, …ver más…

Por lo tanto, en una primera revisión de la hipótesis, con respecto a sí la mar representa un elemento simbólico, se puede afirmar que es así. Pero concluir aquí es un poco apresurado ya que aparecerán más elementos. La mar y su inmensidad podrían representar la pasión desperdiciada de la malcasada, debido a los descuidos de su marido. Éste último no es mencionado explícitamente, pero por medio de la antítesis: “ajenos” y “propios” los siguientes versos nos lo sugieren: “Descuidos ajenos/ y propios gemidos”. De acuerdo a éstos es posible determinar que el término propio se refiere a la mal casada, mientras el término ajenos nos señala al marido. Al mismo tiempo, la primera estrofa de la glosa expresa aún más: “Descuidos ajenos/ y propios gemidos/ tienen sus sentidos/ de pesares llenos.” A través del recurso de la prosopopeya que manifiesta que los gemidos tienen sus sentidos llenos de pena, se introduce una nueva idea: la pena, los pesares, ampliando lo transmitido por el villancico inicial. Los versos que lo prosiguen dicen: “(…) Con ojos serenos/ la mal casada,/ que miraba la mar/ cómo es ancha y larga”. Sí se mira la mar con ojos serenos, reposados o calmoso, ¿Se mira la mar? ¿Se mira cómo es ancha y larga? Pareciera que la mar es símbolo de sus pesares: ancha y larga. Esta reciente incertidumbre será respondida en la estrofa siguiente: “Muy ancho es el mar/que miraban sus ojos/”.