Vida nocturna
Los costos, la inseguridad, el temor de secuestros y el alcoholímetro han influido en el cambio de conducta
La vida nocturna de la Ciudad de México se ha transformado en las últimas décadas, quedando atrás las noches de diversión en centros de espectáculos como El Patio, Premier o Conjunto Marrakesh, que estuvieron en su apogeo durante los años 80 y 90, cuando los capitalinos disfrutaban de buena música y baile sin tantas restricciones.
Ahora, los bares, antros, afters y tables dances han ocupado mayor terreno en algunas zonas de la ciudad, llegándose a crear verdaderos corredores antreros visitados, sobre todo, por los jóvenes capitalinos: Insurgentes, en Copilco, …ver más…
Ahora, los bares, antros, afters y tables dances han ocupado mayor terreno en algunas zonas de la ciudad, llegándose a crear verdaderos corredores antreros visitados, sobre todo, por los jóvenes capitalinos: Insurgentes, en Copilco, San Ángel, Condesa, Zona Rosa y Centro Histórico.
En los 90, el salón Premier, por Ciudad Universitaria, fue un hito en la vida nocturna. Muchos cantantes pisaron su escenario en un despliegue de recursos que después lo llevaron el lugar la quiebra.
En los últimos años, la vida nocturna del DF dio giros inesperados. Colonias como Condesa, Roma, Del Valle, Polanco y el centro de Coyoacán vieron un inusitado auge de bares en los que se puede escuchar música, beber y cenar hasta la una o dos de la madrugada, aunque no falta el que se pasa del horario establecido.
En la Ciudad de México la diversión nocturna empieza alrededor de las 20:00 horas con el llamado “precopeo”, bebiendo un trago en algún bar, para después acudir a algún antro, concierto o espectáculo.
Casi todos los bares abren desde el mediodía, mientras que los denominados antros funcionan a partir del día miércoles y se atiborran de gente durante los fines de semana.
Y los after vienen luego, a partir de las 3:00 horas y hasta el mediodía.
Desaparecieron los grandes centros nocturnos que congregaban a miles de capitalinos que salían a divertirse sin miedo de ser víctimas de la