Venus-quetzalcoatl
Emilio Carballido
Me fastidia un poco el empeño de cierta crítica que considera el género novela como dependiente de su grosor. Tamaño enciclopedia: es novela, librito enteco: es cuento.
Obviamente Cervantes no pensaba así: véanse las Novelas ejemplares que entre todas no alcanzan a tener tantas páginas como el Quijote o Persiles. También las novelas de Lope de Vega son flacas, y si no son cuentos es por razones internas: complejidad estructural, desarrollo psicológico, amplitud de visión o de trama y mayor enlace temático.
Con este enfoque juzgo mis novelas. Todas son distintas de los cuentos por las razones dichas. Mientras que los cuentos tienen una facilidad anecdótica, o un traza limitado de los …ver más…
Y era diferente de trato, quería dar una imagen jovial, mostrarse muy seguro de sí. Y empezó por tutear a todos y hacerles bromas. No son gratos los chistes de las personas duras de corazón. A él, le ofreció: - Pepe, ahora si te voy a ascender. Vas a limpiar también la bodega de arriba. Pepe llevaba allí la vida entera, haciendo el aseo, los mandados, el correo, las entregas a los clientes más importantes. Pepe le decían todos. José Puente su nombre, y el abuelo Habib lo había tratado de “don José” cuando era un adolescente, nuevo en la joyería. El padre lo llamó “Pepe”, le habló siempre de usted. Y ahora éste… este cachorro, este heredero que nada sabía ni nada necesitaba aprender, porque el negocio andaba solo, este extraño que pocas veces había venido a estar ahí, a familiarizarse con la mecánica del lugar, se instalaba por fin, tuteaba a los ancianos, nalgueaba como chiste a las empleadas, atendía personalmente a las clientas que le gustaban y les daba descuentos. Pepe no era un anciano todavía; si, lo sería muy pronto, en seis o siete años. Pulcro, correctamente vestido, debajo del overol de mezclilla gris que le cubría la ropa de salir para cuando debiera hacer encomiendas; un bigote recortado, grisáceo ya, en su cara morena bien dibujada mostraba que había sido galán. Sus buenos modales y su correcto hablar los había aprendido ahí mismo, imitando a los dependientes y a los jefes menores. Porque los propietarios no necesitaban para nada