VOLVIENDO DEL FRIO
Alberto Rojas
A la doctora Bárbara Fuenzalida le transpiraban las manos. Miró por sexta vez su reloj y sólo había transcurrido un minuto desde la última vez que lo consultara. Eran las 16:46. Ya debía estar por llegar.
Al otro extremo de la amplia sala de reuniones, sentado en una de las cabeceras de la oscura y elegante mesa del consejo, el doctor Manuel Carvajal seguía revisando una y otra vez, en completo silencio, los informes.
La doctora Fuenzalida pensó que tal vez verlo así en otra ocasión, con el poco cabello que le quedaba todo revuelto, el nudo de la corbata fuera de su lugar y el cuello de la camisa abierto, habría sido hasta gracioso considerando su característica seriedad. Pero no ese día. Así que …ver más…
¿O no? Y en 87 años nadie, repito, nadie, había sido reanimado. ¡Esta es la noticia del siglo! ¡Y ustedes me la ocultaron!
–Déjeme terminar –insistió la doctora Fuenzalida.
Correa la observó con una mirada de acero, totalmente inexpresiva, pero que la habría congelado si hubiera podido. Se notaba que estaba haciendo un gran esfuerzo por controlarse, una cosa siempre difícil en él.
–La escucho –contestó en forma seca, mientras la Mont Blanc se deslizaba frenéticamente entre sus dedos.
–Los procedimientos de reanimación se aplicaron de acuerdo con los protocolos. Obviamente se tomaron todos los resguardos necesarios, considerando que era un paciente de 67 años que
había permanecido 43 más en criosueño y que llegó a NeoVita con un deterioro que lo tenía al borde de la muerte.
–Un hombre de 110 años... –masculló Correa en voz baja.
–Técnicamente, sí. Por lo que se dispuso, además, de todo el personal médico y los equipos para la reanimación, el apoyo de criosicólogos para minimizar el impacto del "salto al futuro".
– ¿Y qué pasó? –preguntó impaciente.
–En términos metabólicos, la reanimación fue todo un éxito –explicó Fuenzalida mostrándole las imágenes en una pantalla adosada a uno de los muros–. El hombre despertó con una actividad cortical normal, acorde a su edad y a la enfermedad que padecía. En poco más de cuatro horas lo habíamos traído de vuelta.
Correa