THE BOY IN THE BURNING HOUSE
Desde su bus, Jim Hawkins (Planeta del Tesoro) observa las tierras pantanosas. En el bus solo hay dos personas, Jim y Everett (conductor), y Jim se sienta mirando por la ventana, no por fijarse en algo afuera, sino para evitar conversar con Everett. Jim se quedaba observando el paisaje de Incognito Creek, como su padre solía decirle porque no salpicaba ni gorgoteaba mucho. Casi como el mismo Jim, no hablaba mucho pero tampoco era muy solitario. Este pantano, perteneciente a los Hawkins, tenía siempre visitantes buscando hacerse un hogar, castores. “Chico, debemos borrar el paso de los bichos”, decía su padre. Jim vivía solo con su madre. Perder a su padre fue algo terrible. Jim veía el día, y recordaba …ver más…

La niña se reía aún más fuerte. “El nombre de ese perro es Poochie, es el perro de Bryce Hoover y no mataría ni a una manzana”. La niña bajó y Jim la reconoció. “Eres la hija del pastor”. “¡Error!”. Poochie se acercó a la niña, y ella lo acariciaba con sus dedos pequeños con uñas negras. “Claro que sí. Eres la hija del padre Fisher. Te vi en la iglesia”. Ella dijo “No he estado en la iglesia en tres años”. Jim quedó pensativo. La miraba, era de ropas negras, pelo negro tinte, incluso sus labios eran negros, y tenía un anillo dorado en la nariz, quizás también le habían crecido los bustos, y una esencia de rosas, lo que le recordó su nombre. “Ruth Rose”. “Bravo, 100 puntos para Jim Hawkins que orina en espanta-pájaros”. Poochie se fue, y mientras Jim lo veía irse, dijo “No vives por aquí”. “¿y qué?, se mucho de lo que hay acá, como se mucho de ti, Mr. Tarzan. Te he visto balancearte de rama en rama como un simio. Tratando de matarte creo”. Jim levantó la mirada “Mira, mi mamá se va a trabajar pronto y debo estar en casa”, Ruth Rose se cogió las caderas y dijo “ella no sale hasta las 9”. “Bueno, esto da miedo, ¿nos estás espiando?”. “No, sólo observando”. Jim sólo había conocido una persona loca en toda su vida, Billy Bones (Planeta del Tesoro). Cuando Jim veía en sus ojos esa pérdida de foco, como si no se supiera a donde llevarían a Billy sus pensamientos. Jim observó los ojos verdes de Ruth Rose a ver si ella también estaba loca. “Estoy aquí… Por ese Fisher.