Resumen edipo en colono
INTRODUCCIÓN:
Después de haber realizado la lectura de Edipo Rey, que me pareció muy interesante Edipo en Colono que es su continuación, en el cual trata el destierro de Edipo donde se va acompañado por su hija y donde el muere en tierra extranjera protegido por el Rey Teseo, es increíble como en ocasiones el poder y la avaricia puede más que el cariño hacia una persona, porque esto fue lo que paso con los hijos de Edipo que prefirieron pelearse y matarse por el trono que el cariño de su padre Edipo.
A continuación se relata de manera muy breve la lectura de Edipo en Colono.
EDIPO EN COLONO.
Después del destierro de Edipo de su patria, Tebas, sale sin rumbo con su hija Antigona, después de tanto caminar, Edipo …ver más…
Edipo se da cuenta que es su hijo quien lo busca, accediendo a hablar con él.
Polinices su hijo le dice a Edipo; el asunto que aquí me ha traído te lo voy a decir, padre. De la tierra patria he sido lanzado como un desterrado por causa de que pedía el derecho a sentarme en tu soberano trono. Por ese motivo, Eteocles, siendo por su nacimiento más joven. Me expulso de la tierra; no por haberme vencido con razones, ni por haber acudido a la prueba del valor y de la fuerza, sino convencido por la ciudad. La única causa de todo esto es la maldición que tu nos echaste y por ello he venido a suplicarte humildemente que te conmuevas en mi favor y en el de mis aliados. Por eso si hay que creer en los oráculos, aquellos a quienes tu ayudes, de esos dicen será la victoria y si tu accedes a mis deseos, podre envanecerme yo; pero sin ti, ni siquiera podre salvarme. Edipo le contesta diciéndole; tu, ¡oh pérfido!, que cundo tenias el cetro y el trono que ahora tiene tu hermano en Tebas, tú mismo, a este tu mismo padre que aquí tienes, expulsaste y le obligaste a vivir sin patria y a llevar estos harapos que ahora te arrancan lagrimas al verlos, porque te hallas viviendo en las misma miseria y desgracia que yo. No hay que llorar por estas cosas; pues yo las he de soportar mientras viva y me he de acordar de ti como de un asesino; porque tú me obligaste a vivir en esta miseria; tu e echaste, por culpa tuya voy errante, y mendigo de otros el cotidiano