En el prólogo nos adelanta la caída de Troya, de cómo los griegos con mucha astucia fingieron su huida dejando un caballo hecho de madera como ofrenda a la diosa Minerva.

LA CAIDA DE TROYA
El primer capítulo de la obra, empieza con el debate entre meter el caballo a la ciudad o no. Sión, que había sido escogido para convencer a los troyanos de la veracidad de la ofrenda, fue el encargado de asegurar la entrada del caballo a la ciudad, y lo consiguió. Una vez dentro y caída la noche sobre la ciudad, con mucho sigilo los soldados griegos, hicieron la señal al resto de griegos y arrasaron la ciudad entera. Eneas, hijo de la diosa Venus, fue elegido por la misma para tomar a su familia y huir para fundar la nueva Troya. En esta huida …ver más…

Y así fue, ellos aceptaron y fueron a hablar con ella. Por último cupido, hijo de Venus, fue mandado a que le clavase una flecha de amor a Dido para que se enamorara perdidamente de Eneas.

DIDO Y ENEAS
Producto del encantamiento de la flecha de cupido, Dido quedó enamorada. Enterada su hermana, Venus y Juno se ponen de acuerdo para que se casara con él. Cuando Eneas y sus hombre fueron de caza, Juno desató un tormenta que obligó a que estos se refugiaran en una cueva. Fue ahí donde consumieron el matrimonio. La noticia corrió como la pólvora llegando a los oídos de Yarbas, pretendiente de Dido desde hace mucho tiempo. Pasado un tiempo, Mercurio, mandado por Júpiter, le dice a Eneas que debe partir hacia su destino, y su destino era formar la nueva ciudad. Eneas obediente a los dioses, acepta su destino y decide partir. Cuando Dido se entera de su partida se opone totalmente, pero Eneas se marchó y Dido con el corazón totalmente roto se quita la vida con su propia espada.

EXEQUIAS FÚNEBRES
Como ya casi es habitual, una tormenta alcanza a Eneas tras su partida. Esto les hizo soltar las amarras en Sicilia. Aprovecharon esta parada para ir a ver la tumba de su padre, sobre la cual Eneas derramó sangre, leche y vino. Juno, siempre intentando entorpecer el camino a los hombres, convenció a unos cuantos para que quemaran