Resumen analítico del documental de Redes 130
La inteligencia emocional también se relaciona de manera directa con la empatía, la cual se entiende como la capacidad de entender y sentir de manera afectiva la situaciones que rodean a otro individuo incluso sin estar dentro del mismo contexto. De tal manera la empatía permite que se canalicen o gestionen las emociones de acuerdo a los receptores con los que nos relacionamos, estas van dirigidas y enfocadas, principalmente, por los estímulos que el otro individuo lanza constantemente. Ejemplo. Si en una clase los alumnos suelen perder la atención con facilidad el profesor, una vez entendiendo el origen del problema, buscará una solución y no actuará de manera impulsiva ante esta situación. En muchas ocasiones los individuos se deslizan por el otro lado de la balanza, es decir; ocultan sus emociones y no permiten que les afecte de ninguna manera, este hecho construye una barrera entre interlocutores, contexto y ambiente. La inteligencia emocional no es ocultar las emociones y pretender no sentir nada sino, más bien, es canalizarlas y dejarlas fluir a manera que permita conseguir un resultado positivo. Ante este hecho nos encontramos con otra cuestión ¿Gestión es el ‘Control’ de emociones? En realidad la palabra gestión se refiere a la “administración”, coordinación y rendición de recursos, mientras