Lo que todo joven quiere
Y debe saber… y todo padre
Y maestro quieren y deben enseñar.
PERDON…
NO FUE MI INTENCIÓN

Dres:
Arturo y Silvana Rohana.

Prólogo:
Este libro trata de un joven, que su proceso para madurar ha sido difícil, que aún se siente como el bebe consentido de mama, que se tropieza y cae al empezar al caminar.
Hasta que un día, a este joven le pasa un accidente y razona que aún es un adolecente, que esta en su desarrollo humano, que debe dejar las drogas para ir por un buen camino. En tu escuela o colonia ¿hay morros como estos?
 Que estudian, pero tienen un modo muy particular de hacerlo.
 O que trabajan para estudiar, pensando en un buen futuro.
 Que se siente ligeramente molesto …ver más…

Esto es una droga, para anestesiar, el joven envés de asustarse le agrado (ya era adicto a drogas) .
Después de la anestesia abrió los ojos y se encontraba en un semigeneral, donde había de todo, ancianos, heridos desahuciados, aferrándose a la vida! Que cosa, despierto y solo encuentro personas que lo único que les interesa es vivir y pasar unos minutos más con las personas que más quieren. ¡Dios mío que ironía y que dolor¡
Ancianos débiles, luchando contra todo, algunos con sondas, vendas, parches o quejidos y yo un joven “fuerte, valiente”, el nene de mama. Quise moverme pero dolores inmensos y huesos rotos del cuerpo me atacaron de ahí en adelante, i me hicieron quedar quince días más en el hospital, días suficientes para fastidiar a todos con mis quejidos. Por los cuales ya nadie me prestaba atención.
Atención, al fin el joven pudo reflexionar la palabra, y se preguntó que si era más importante que su propia vida, el joven hizo de todo, robo a sus padres, descuido la escuela, alcoholizarse, drogarme accidentarme y llamar a la muerte solo por llamar la atención.
Lloro como nunca, supo que era más doloroso y triste darse cuenta muy tarde. Y descubrir que todo lo hizo para llamar la atención.

Yo, un chamaco de sólo dieciocho años ¿hecho un criminal?
El joven reflexiono que solo quería llamar la atención con la muerte. Pero la muerte solo se burló de, el porqué, se llevó un destinatario equivocado, a la persona que conducía