Proceso de construcción del sujeto social
Castoriadis nos dice que en la gran mayoría de las sociedades que llamo sociedades heterónomas, la institución afirma, por un lado, que no es obra humana; por otro lado, los individuos están educados, amaestrados, fabricados de tal forma que están, por decirlo de alguna manera, completamente absorbidos por la institución de la sociedad.[3]
Cuando hablamos de subjetividades colectivas aludimos a ese proceso de construcción de significaciones sociales, a una capacidad de creación intersubjetiva, es decir que no existe un único actor que crea esos significantes, sino que hablamos de una mayoría de sujetos, pero que además hablamos de sujetos, escindidos, pues en ellos se escuchan una diversidad de voces, donde existen contradicciones y conflictos internos. Maria Eugenia Ruiz y Lidia Fernández nos dicen que prefieren hablar de subjetividades emergentes, para aludir a un proceso de constitución de las mismas, siempre transitorio que alude a subjetividades fragmentadas, contradictorias, no unitarias, atravesadas por elementos irracionales y conflictivos…constituidas con la materia prima de múltiples redes grupales de pertenencia.[4]
Ahora debemos definir lo que es una institución y esta es una convención social que se instala en la sociedad y que esta avalada socialmente, es decir, que tiene legitimidad. El para que creamos las instituciones, puedo responder que se crean para poder vivir en sociedad, pues establecen las