Potencialidades del ser humano
Stanley G. Weinbaum
The adaptative ultimate, © 1935 by Street & Smith Publications Inc., para Astounding Stories, noviembre de 1935. Traducción de Mariano Orta en: Lo mejor de Stanley G. Weinbaum, Ediciones Martínez Roca S.A., primera edición en 1977.
El doctor Daniel Scott, con sus obscuros y brillantes ojos encen-didos por el fuego del entusiasmo, hizo una pausa. Desde donde se hallaba, el despacho del doctor Herman Bach, director del Hospital de la Misericordia, dominaba gran parte de la ciudad. Se entretuvo contemplando sus calles, mientras, en el silencio, su mente seguía discurriendo. El anciano director sonrió con gesto indulgente no exento de una cierta melancolía mientras observaba la expresión …ver más…
Si el paciente está lúcido usted cree que todavía hay esperanza y, si está inconsciente, ¿cómo va a consentir? Es un callejón sin salida.
Pero no lo era. Menos de una semana más tarde Scott levantó de pronto la mirada al oír el altavoz de su pequeño laboratorio:
—Doctor Scott, doctor Scott —gangueó el aparato—, doctor Scott. Al despacho del doctor Bach.
Acabó su análisis, anotó las cifras y salió a la carrera. El anciano estaba caminando nerviosamente por su despacho cuando Scott entró.
—Tengo un caso para ti, Dan —masculló—. Va en contra de todas las normas éticas, pero que me aspen si veo algún perjuicio en lo que quieres intentar. Será mejor que te des prisa. Vamos, a la sala de aislamiento.
Se apresuraron. En la diminuta habitación cúbica, Scott se quedó mirando impresionado.
—¡Una muchacha! —murmuró.
Era una chica vulgar y corriente, pero al yacer allí con la palidez de la muerte ya en sus mejillas, tenía un cierto aspecto de sombría dulzura. Pero ese era todo el encanto que podía haber poseído nunca; sus obscuros y enmarañados cabellos revelaban descuido y dejadez, sus rasgos carecían de belleza y de distinción. Respiraba con un ja-deo casi imperceptible y tenía los ojos cerrados.
—¿Considera usted que puede servir de prueba? —preguntó Scott—. Está ya medio muerta.
El doctor Bach asintió con la cabeza.
—Tuberculosis, fase final —dijo—. Hemorragia pulmonar; cues-tión de horas.
La muchacha tosió; manchas de sangre aparecieron en sus