Plan de redacción
Para mi padre, Stephen Morgan. Nadie ha recibido más afecto ni un apoyo tan incondicional como el que tú me has dado. Yo también te quiero.
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Los placeres violentos terminan en la violencia, y tienen en su triunfo su propia muerte, del mismo modo que se consumen el fuego y la pólvora en un beso voraz. Romeo y Julieta, acto II, escena VI
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ÍNDICE
Prefacio................................................................... 5 La fiesta .................................................................. 6 Los puntos ............................................................. 22 El final .................................................................... 36 El …ver más…
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La fiesta
Estaba segura de que era un sueño en un noventa y nueve por ciento. Las razones de esa certeza casi absoluta eran, en primer lugar, que permanecía en pie recibiendo de pleno un brillante rayo de sol, la clase de sol intenso y cegador que nunca brillaba en mi actual hogar de Forks, Washington, donde siempre lloviznaba; y en segundo lugar, porque estaba viendo a mi abuelita Marie, que había muerto hacía seis años. Esto, sin duda, ofrecía una seria evidencia a favor de la teoría del sueño. La abuela no había cambiado mucho. Su rostro era tal y como lo recordaba; la piel suave tenía un aspecto marchito y se plegaba en un millar de finas arrugas debajo de las cuales se traslucía con delicadeza el hueso, como un melocotón seco, pero aureolado con una mata de espeso pelo blanco de aspecto similar al de una nube. Nuestros labios —los suyos fruncidos en una miríada de arrugas— se curvaron a la vez con una media sonrisa de sorpresa. Al parecer, tampoco ella esperaba verme. Estaba a punto de preguntarle algo, era tanto lo que quería saber... ¿Qué hacía en mi sueño? ¿Dónde había permanecido los últimos seis años? ¿Estaba bien el abuelo? ¿Se habían encontrado dondequiera que estuvieran? Pero ella abrió la boca al mismo tiempo que yo y me detuve para dejarla hablar primero. Ella hizo lo mismo y ambas sonreímos, ligeramente incómodas. —¿Bella? No era ella la que había pronunciado mi nombre, por lo que ambas nos volvimos para ver quién se unía a