Personalidad de Juan Domingo Perón
Partimos desde lo innegable. Perón fue el político argentino que concentró un mayor liderazgo por más tiempo, a la vez, desarrolló un esfuerzo intelectual por sistematizar una doctrina política propia.
Perón tenía dos cualidades: La del dirigente, y la del ideólogo. La dimensión de Perón como pensador fue tan central en el líder político, que uno de sus historiadores llegó al extremo de afirmar que “Perón no era ni un militar, ni un político, sino más bien un estudiante y luego un profesor, que cuando llegó al poder, continuó enseñando, a su manera, a través de sus disertaciones al pueblo”.
Esta alianza entre acción y doctrina política le merecen a Perón un sitio entre los fundadores de la Paatria, porque más …ver más…
Perón fue el hombre perfecto para Eva, porque él la necesitó tanto como ella a él.
Él tenía una posición de poder con el gobierno y la gente. Eva realizó la fuerza que el amor y el apoyo de la gente la traería. Supo que la fuerza era en números.
Eva y Perón se conocieron en un acto de recaudación de fondos para víctimas de un terremoto en 1944. Los dos compartieron un pasado similar, y por eso Eva no sintió negativo hacia él como ella sintió a la mayoría de la clase alta. Sus personalidades se complementaron.
Juan Perón tuvo las cualidades que Eva no tuvo y viceversa. Por ejemplo, Perón no tenía audacia, él estaba demasiado cauteloso y vacilaba. Siempre trabajaba detrás de una persona, Perón no tenía personalidad de líder. Él necesitó a una persona con una personalidad fuerte y lista para tomar el control. Naturalmente, Eva se ofreció a ser esta persona.
Eva usó la propaganda para obtener y mantener el poder en Argentina, y usó la radio para introducir las ideas de Peronismo a la gente, y como ayudaría a mejorar sus vidas. Perón tuvo mucha ayuda de Eva gracias a su personalidad.
También se dice que no hay un solo Perón entre 1945 y 1955. Hay por lo menos dos:
Un primer Perón, apuntalado por la compañía vital de Evita llevó adelante acciones sociales reparadores a gran escala y transformaciones económicas profundas, que cambiaron el rostro a la vieja sociedad pastoril.
Y un segundo Perón, con Evita