Observaciones de practicas secundaria
Departamento de Pregrado
Contenidos de Formación Básica www.plataforma.uchile.cl Ética
Ética Deontológica.
Immanuel Kant.
Ana Escríbar
1.- Introducción. La tradición ético – filosófica occidental se nutre de dos grandes herencias, la teleología y la deontología, cuyas respectivas figuras señeras son Aristóteles y Kant. Entre ambas median más o menos 20 siglos y la revolución teórica desencadenada por la filosofía crítica kantiana. Así, para hacerse cargo del sentido de la ética deontológica - que supone el paso desde una concepción de lo bueno como lo que se adecua al ser, a una concepción de lo correcto como lo que se ajusta a la ley - hay que revisar previamente algunos de los …ver más…
Así, todo conocimiento válido representaría una síntesis entre dos tipos de elementos; una materia que nos llega a través de los sentidos y una forma a priori, previa a la experiencia, aportada por nuestra facultad cognoscitiva, que ordena y configura esa materia. Surge, entonces un objeto mixto, el “fenómeno”, que sería el auténtico objeto del conocimiento científico. Estas formas aportadas por la facultad cognoscitiva para la constitución del objeto de conocimiento son las funciones o formas a priori de la sensibilidad, espacio y tiempo, y las funciones o formas a priori del entendimiento, llamadas “categorías”, que integran la cantidad (unidad, pluralidad, totalidad), la cualidad (realidad, negación, limitación), la relación (sustancia – accidente, causa – efecto, reciprocidad entre agente y paciente) y la modalidad (posibilidad – imposibilidad, existencia – no existencia, necesidad – contingencia). (3) En esta forma, el conocimiento científico, puesto que supone una síntesis de forma y materia, es inevitablemente conocimiento de “fenómenos”, vale decir, de objetos ordenados y configurados por nuestra facultad cognoscitiva y no de “cosas en sí”, no de las cosas tal como son en sí mismas con independencia de nuestra representación; a ello se debe, precisamente, el carácter universal y necesario de los enunciados de la ciencia, ya que éstos no hacen más que descubrir en dichos objetos lo que la razón – compartida por todos los seres